
Daniel J. Imfeld
AÑORANZA Y ARRAIGO EN LOS PROCESOS MIGRATORIOS. ESCENIFICACIONES
ARQUITECTÓNICAS EN CONTEXTOS PARTICULARES.
principal del mito fundante de las colonias agrícolas santafesinas (Crolla, 2014)
. En él se
centralizaron valores como el trabajo, el esfuerzo, el sacrifico, que realizaron en tanto
extranjeros que engrandecieron el lugar. Pero más allá del mito y su intención
ejemplificadora, sabemos que si bien compartían las ansias de hacer la América, enfrentados
individualmente a la nueva realidad, los resultados serían diferentes. El tipo de trabajo, la
inserción social, la fortuna personal que llegaran a reunir o no, marcó diferencias en un
proyecto que en su culminación podría llevarlos a ocupar el lugar de pequeños y medianos
propietatios rurales o pequeños y medianos burgueses en los centros urbanos.
La dislocación como experiencia que vive todo inmigrante, trató de ser compensada entonces
a través de anclajes afectivos y materiales, pensados tanto en función de las relaciones de
copaesanidad, como de aquellas otras, las de famlia, que separadas por la distancia, se las
quería retener. Y así como la correspondenica permitía mantener esa copresencia con la
familia lontana, con el paese, la arquitectura con su materialidad lo haría más tangible aún. El
desvalimiento ante la falta de aquello que quedó allá, en el lugar desde donde se partió,
encontró en casos como estos, en la obra material, el objeto que parece venir en su auxilio.
No se nos escapa sin embargo que se trató de casos particulares en un espacio recortado, en
ámbitos fragmentados, pero también es cierto que más allá de las series estadísticas, de los
análisis económicos, que hacen posible abarcar el problema de las migraciones en su
dimesnión macro está, como suele recurrirse a lo que planteara Berger, el recurso de la
metáfora, que nos permite comprender las fuerzas que condicionan la vida de los emigrados y
visualizarlas en tanto destino individual (Margueliche, 2020). Precisamente los casos que
hemos escogido, lo han sido por su valor simbólico y matafórico: el castillo, el reloj , la
tumba, no son más que algunas de las metáforas de destinos individuales que rebozan de
significados. Distinción y nobleza, el control del tiempo, la ilusión de eternizarse, más allá de
figuras retóricas del lenguaje podemos entenderlas como los anhelos por formas estables que
ayuden a ordenar y organizar esa tensión entre el presente vivido, el recuerdo del pasado, el
futuro imaginado.
La arquitectura, tal como lo hemos planteado en cuanto texto, tiene una función comunicativa,
contar la historia de un momento dado, de los sujetos, de sus tiempos, de los modos de
habitar, y esto en un entorno que da vida a esos textos (Metti, 2010). La experiencia vivida
subjetivamente es aquí culturalmnte compartida y comunicable, en entornos como los de estos
casos, signados por la presencia de numerosos otros que coparten un origen similar.
Eatas obras que tuvieron como referentes icónicos imágenes reproducidas / conservadas en
fotografías, son expresión de ausencias que permiten trasladarnos con la imaginación a otros
lugares, a otros momentos. Aquellos objetos fotografiados formaban parte de recuerdos, lo
que les permitía experimentar no solo el carácter pasado de cosas materiales ausentes, sino
una parte fundamental de su propio tiempo, de sus propias historias. Por eso más allá de los
Nos referimos entre otros a la obra literaria de José Pedroni, Mario Vecchioli, Lermo Balb. Véase
Crolla, A. (2014). Configuraciones de la italianidad en la literatura santafesina: archivos y patrimonio
de la memoria gringa. Crolla, A. (Dir.) Altrocché1 Italia y Santa Fe en Diálogo, 85-116 p.p, Ediciones
UNL, Santa Fe. Argentina.