Aldo Enrici, Mirtha Sánchez, Muriel Ojeda, Gloria Villar, Facundo Colino, Marcela Triviño y Nayla Romero
APUNTES PARA UNA HERMENÉUTICA TANÁTICA…
176
APUNTES PARA UNA HERMENÉUTICA TANÁTICA. LA LABOR DE LOS
TRABAJADORES DE SALUD COMO INTÉRPRETES ENTRE PACIENTES
GRAVES Y SUS FAMILIARES DURANTE LA PANDEMIA.
NOTAS PARA UMA HERMENÊUTICA TANÁTICA. A TAREFA DO
TRABALHADOR DE SAÚDE COMO INTÉRPRETE ENTRE PACIENTES GRAVES
E SEUS FAMILIARES DURANTE A PANDEMIA.
NOTES FOR A TANATIC HERMENEUTICS. THE WORK OF HEALTH
WORKERS AS INTERPRETER BETWEEN SERIOUS PATIENTS AND THEIR
FAMILY MEMBERS DURING THE PANDEMIC.
Dr. Aldo Enrici (aenrici@uarg.unpa.edu.ar)
Dra. Mirtha Sánchez - Universidad de Carabobo
Dra. Muriel Ojeda*
Lic. Gloria Villar*
Lic. Facundo Colino*
Lic. Marcela Triviño*
1
Estudiante Nayla Romero*
Resumen
Se reflexiona sobre el trabajo de mediación que realizaron los (y las) trabajadores de la salud
en etapas convulsionadas de la pandemia de Covid-19, entre pacientes graves y sus familiares,
a partir de entrevistas realizadas a los mismos en el contexto sanitario de la Patagonia Austral.
Debieron asumir el compromiso de fusionar horizontes entre ambos grupos, que se
diferenciaron cada vez más. Las condiciones de los pacientes empeoraban mientras que los
familiares aumentaban la ansiedad al no poder mantener contacto directo. Las tensiones
fueron aumentando. Los trabajadores sanitarios tenían contacto con ambos espacios.
Convivieron con muertes frecuentes, protocolos rigurosos de seguridad, alto índice de
contagio, y con la incertidumbre de sus familias. Traducían mensajes dentro de un
prolongado conflicto de interpretaciones. Esa actividad que llamamos “hermenéutica
tanática” implica una exigencia interpretativa entre dos universos. Se constituyeron como
guardianes de la memoria durante la pandemia. La recuperación de relatos sobre este trabajo
*Pertenecia institucional: Universidad Nacional de la Patagonia Austral
Aldo Enrici, Mirtha Sánchez, Muriel Ojeda, Gloria Villar, Facundo Colino, Marcela Triviño y Nayla Romero
APUNTES PARA UNA HERMENÉUTICA TANÁTICA…
177
de acompañamiento de pacientes que morían en soledad merece que sostengamos apertura
hacia estas vivencias.
Palabras clave: hermenéutica tanática- trabajadores de salud intérpretes - la pandemia.
Resumo
Reflete sobre o trabalho de mediação realizado por profissionais de saúde nas fases
convulsivas da pandemia de Covid-19, entre pacientes graves e seus familiares, a partir de
entrevistas realizadas com eles no contexto de saúde da Patagônia Austral. Decidiram assumir
o compromisso de fundir horizontes entre os dois grupos, cada vez mais distintos. As
condições dos pacientes pioravam enquanto os familiares aumentavam a ansiedade de não
conseguir manter contato direto. As tensões estavam aumentando. Os profissionais de saúde
tiveram contato com ambos os espaços. Conviviam com mortes frequentes, protocolos de
segurança rígidos, alto índice de contágio e a incerteza de suas famílias. Traduzem mensagens
dentro de um prolongado conflito de interpretações. Essa atividade que chamamos de
"hermenêutica tanática" implica uma demanda interpretativa entre dois universos. Eles se
tornaram guardiões da memória durante a pandemia. A recuperação de histórias sobre esse
trabalho de acompanhamento de pacientes que morreram sozinhos merece que apoiemos a
abertura durante essas experiências.
Palavras-chave: hermenêutica tanática; interpretando os trabalhadores da saúde - a
pandemia.
Abstract
We reflect on the mediation work carried out by health workers in convulsive stages of the
Covid-19 pandemic, between seriously ill patients and their families, based on interviews
conducted with them in the health context of the Southern Patagonia. They had to assume the
commitment to merge horizons between both groups, which became increasingly different.
The conditions of the patients worsened while the relatives increased their anxiety by not
being able to maintain direct contact. Tensions were rising. Health workers had contact with
both spaces. They lived with frequent deaths, rigorous security protocols, a high rate of
contagion, and with the uncertainty of their families. They translated messages within a
prolonged conflict of interpretations. This activity that we call "thanat hermeneutics" implies
an interpretive requirement between two universes. They were constituted as guardians of
memory during the pandemic. The recovery of stories about this work accompanying patients
who died alone deserves that we maintain openness towards these experiences.
Keywords: thanatic hermeneutics - interpreting health workers - the pandemic.
Aldo Enrici, Mirtha Sánchez, Muriel Ojeda, Gloria Villar, Facundo Colino, Marcela Triviño y Nayla Romero
APUNTES PARA UNA HERMENÉUTICA TANÁTICA…
178
Introducción
El presente trabajo se enmarca dentro del proyecto PISAC-COVID-19, (La sociedad argentina
en la Postpandemia) “Transitar de la pandemia a la postpandemia, desafíos y posibilidades de
los nuevos escenarios en la salud pública desde las narrativas de sus trabajadores/as”, Nodo
Patagonia Austral
2
. En el mismo se abordan las narrativas del personal de salud sobre los
procesos de atención desarrollados durante este tiempo, los problemas que identifican como
emergentes de la pandemia y los desafíos que implica pensar la transición a una etapa de
postpandémica. La actividad de las y los trabajadores de la salud se ha visto transformada de
manera sustancial, inicialmente ante la incertidumbre, la escasez de insumos de elementos de
protección, la débil infraestructura edilicia y el desconocimiento sobre mo manejarse (qué
protocolos usar, cómo actuar ante un caso sospechoso o positivo). Como observa Anahí Sy
(2020) en ese contexto, la medida de aislamiento social preventivo abrió un margen de tiempo
para establecer protocolos, garantizar la disponibilidad de insumos de trabajo, adecuar los
espacios de atención y crear nuevos. Esta organización favorec la atención y tratamiento
del coronavirus (Covid 19), contradicciones al interior de los propios equipos de salud, de
estos en su relación con las/os usuarios y con las instancias superiores de toma de decisión y
gestión.
En este contexto, se establecieron mecanismos que buscaban resguardar a los trabajadores de
la salud (quienes presentaban mayor riesgo de contagio y estrés laboral). Los mismos se
constituyen, además, en una lectura estrecha en vehículos de transmisión de infecciones a
pacientes, compañeras/os de trabajo y/o familiares) así como garantizar la atención a la
emergencia sanitaria. Eso implicó limitar la atención de importantes áreas de la salud
colectiva, como la salud sexual y reproductiva, la salud mental comunitaria o las
enfermedades crónicas no transmisibles, entre otras, que han quedado postergadas frente a la
emergencia sanitaria. En una lectura amplía los trabajadores de la salud se constituyen como
portadores de vivencias sociales, en condiciones de conformar archivos de memoria sanitaria
del mundo durante el proceso pandémico.
En mayo de 2020 la UNESCO publicó un documento alentando a los encargados de formular
políticas y la comunidad científica a que aprecien el valor de utilidad de las instituciones de
memoria. En el mismo se advierte que con el aumento de la desinformación en torno a la
pandemia del COVID-19, las instituciones y activistas de la memoria pueden reunir, catalogar
y difundir información científica basada en hechos y proporcionar perspectivas críticas y
comparativas. Los esfuerzos por conservar la documentación y salvaguardar la memoria de
2
En junio de 2020, la Agencia I+D+i abrió la convocatoria “PISAC COVID-19. La sociedad argentina en la post
pandemia”, un instrumento que busca fortalecer los aportes de las ciencias sociales para comprender y pensar
a futuro las transformaciones sociales que el coronavirus produce en nuestras sociedades. El objetivo fue
financiar proyectos asociativos de investigación en Ciencias Sociales y Humanas para la producción de
conocimientos de la sociedad en la pandemia y la postpandemia. Se seleccionaron 19 iniciativas para su
financiamiento. https://www.argentina.gob.ar/ciencia/agencia/acciones-covid-19/pisac-covid-19
.
Aldo Enrici, Mirtha Sánchez, Muriel Ojeda, Gloria Villar, Facundo Colino, Marcela Triviño y Nayla Romero
APUNTES PARA UNA HERMENÉUTICA TANÁTICA…
179
prácticas profesionales y científicas sobre las respuestas al COVID-19 ayudarían a mejorar
experiencias similares. El presente trabajo intenta rescatar la experiencia mediadora de los
trabajadores de salud en un aspecto específico de la atención de pacientes con Covid. Como
parte de su esfuerzo por movilizar a la comunidad del patrimonio documental contra la
pandemia, la UNESCO, a través del Programa Memoria del Mundo (MoW), creó una página
web específica, recursos para profesionales del patrimonio documental, en la que se presentan
recursos para los Estados Miembros, las instituciones de la memoria y los ciudadanos para
garantizar que todos los registros oficiales relacionados con la crisis del COVID-19 se
conserven eficazmente y estén a disposición del público.
Se abrió una página web, que se actualizó periódicamente, también contiene vídeos de los
asociados de la UNESCO en los que se describen sus esfuerzos organizativos para mitigar el
impacto del COVID-19 en las instituciones de la memoria, así como en el público en general.
Entre ellas figuran iniciativas de la Federación Internacional de Asociaciones de
Bibliotecarios y Bibliotecas (IFLA), el Consejo Internacional de Museos (ICOM), el Centro
Internacional de Estudios de Conservación y Restauración de los Bienes Culturales
(ICCROM) y el Consejo de Coordinación de Asociaciones de Archivos Audiovisuales
(CCAAA), junto con los Comités Regionales del Ministerio de Obras Públicas para África
(ARCMOW), Asia y el Pacífico (MOWCAP) y América Latina y el Caribe (MOWLAC),
todos los cuales firmaron conjuntamente la declaración.
En el espacio de salud afectado, en todo el planeta, los (y las) Sanitarios de la salud se
convirtieron en guardianes de la memoria íntima” de las relaciones entre familiares y
pacientes graves. Durante 2020 y 2021 los trabajadores sanitarios realizaron la experiencia
de contactar al paciente en condiciones graves o terminales con sus familiares que querían
despedirse en plena pandemia de Covid. Esta práctica constitu una construcción de
sabiduría, difícil de sobrellevar. El volumen e intensidad de casos sobrepasaba, en esos
momentos, la capacidad de atención. Todos los trabajadores de salud reciben formación para
acompañar el final de vida de pacientes. No todos para interpretar mensajes, traspasar los
relatos de sus experiencias, entre familiares y pacientes a punto de morir, con elevada
frecuencia, como ocurrió durante la etapa intensa de la pandemia.
La actividad de intermediación implicó trasponer conflictos interpretativos entre dos
extremos. Por un lado familiares saludables que escriben y dibujan sus mensajes. Por el otro
un paciente se debate en pelea contra la muerte. En medio de ambos un Trabajador sanitario
interpreta y transmite mensajes con la intención de lograr una despedida afectuosa. Debieran
existir modos eficaces de recuperar estas experiencias. Formas de poner a disposición la
experticia lograda para fortalecer la atención en nuevos desafíos con otros pacientes y sus
familiares. Es preciso corroborar que esta implicación entre familiares y pacientes no sea una
tarea improvisada. Se hizo necesario establecer un compromiso con los Trabajadores
sanitarios. Promover la comprensión de esta difícil práctica, su cuidado y transferencia de la
experiencia del conflicto de interpretación entre los familiares, que no pueden acercarse en
Aldo Enrici, Mirtha Sánchez, Muriel Ojeda, Gloria Villar, Facundo Colino, Marcela Triviño y Nayla Romero
APUNTES PARA UNA HERMENÉUTICA TANÁTICA…
180
persona, y el paciente que yace estado crítico. Todo lo cual conforma una situación
extenuante.
La visibilidad de las pestes en la hermenéutica tanática . Tres imágenes
El personal sanitario es la parte más débil en la cadena de atención a la pandemia (Juárez
García, 2020). Al estar en primera línea, enfrentan una variedad amplia de demandas muy
altas que los posiciona en una alta vulnerabilidad, deteriorando su calidad de vida, su entorno
y su capacidad funcional. Si visualizamos su actividad, reconocemos que se encuentran en
medio del paciente y sus seres queridos, acosados por un fantasma intangible al que suele
llamarse peste, epidemia, brote, etc. En algunas situaciones puede registrarse el modo en que
acompañan y defienden al paciente. Incluso se han realizado estudios cualitativos mediante
fotoelicitación, que captura la fotografía para representar la vivencia sobre la transformación
de la atención primaria, por la pandemia de COVID-19 del alumnado y profesionales
(Berlanga et al, 2021).
El arte como expresión de la cultura a través de la historia de la humanidad, puede ser
manifestación puramente estética, de sentimientos, emociones, arma de protesta, de la
realidad social, económica y política de los pueblos y países. Los valores culturales creados
por el arte han sido de gran trascendencia social, pues devienen en significativo beneficio para
la historia y conocimiento de las generaciones futuras (Portes & Armony, 2016). El arte de la
pintura sobre las pandemias abre la posibilidad de transmitir vivencias acontecidas en
ciudades y hospitales desde imágenes de las expresiones humanas de hechos desencadenados
por las pandemias, los cuales son de un indiscutible valor histórico y cultural (Castañeda
Guillot, 2018-15). Las artes visuales constituyen una herramienta para documentar
enfermedades como para construir memoria.
Hemos pasado, en estos dos años de intensidad pandémica, por condiciones extraordinarias
de confinamiento a escala mundial debido a la pandemia del coronavirus (COVID-19). El
impacto de esta crisis va más allá de nuestra salud física. Se fueron posponiendo festivales y
eventos culturales digitales, algunas prácticas y rituales del patrimonio vivo se fueron
restringiendo. Al mismo tiempo, se puso de manifiesto que el patrimonio vivo puede ser una
fuente de resiliencia en circunstancias difíciles. En paralelo con la entrada del confinamiento,
publicistas, influencers y artistas decidieron aunar fuerzas para emprender muestras
conmemorativas, como sucedió con el Covid Art Museum (Museo de Arte del Coronavirus).
Dicha propuesta permitía que artistas de todo el mundo compartieran sus trabajos desde allí.
Desde fotografías inéditas hasta montajes e intervenciones a obras mundialmente conocidas.
Ver a La Gioconda sosteniendo en sus brazos papel sanitario o Abbey Road, como una calle
vacía, sin los cuatro Beatles cruzándola, forman parte de la galería de este nuevo espacio.
(Ministerio de Cultura de la Nación, 2020) .
Aldo Enrici, Mirtha Sánchez, Muriel Ojeda, Gloria Villar, Facundo Colino, Marcela Triviño y Nayla Romero
APUNTES PARA UNA HERMENÉUTICA TANÁTICA…
181
Las grandes pestes suelen generar propuestas visuales que contienen información valiosa.
Mostramos tres figuras a continuación:
Imagen 1. Religiosa defiende de la gripe española a un paciente. Grabado
anónimo.https://conrado.ucf.edu.cu/index.php/conrado/article/view/1983/1943
En la Imagen 1 se observa un grabado anónimo sobre la gripe española. La terrible Gripe
Española, de 1918-19. Acaso la primera gran gripe global, que colapsó hospitales. La
misma produjo en el orbe un tercio en fallecidos de la población mundial (Castañeda
Guillot, 2021). En la mencionada Imagen la encargada de acompañar a los enfermos se
identifica como una religiosa monja- que azota un rosario contra la peste. Los mismos
pacientes ven llegar la peste conjunta a un pájaro negro. La peste es activa. Penetra por las
ventanas en forma de viento que mueve las cortinas.
Imagen 2. Un camillero lleva a terapia intensiva a un paciente mayor. Fotografía periodística.
https://www.elfinanciero.com.mx/salud/muerte-en-soledad-enfermos-de-covid-19-fallecen-
solos-por-el-temor-a-contagiar-a-su-familia/
Aldo Enrici, Mirtha Sánchez, Muriel Ojeda, Gloria Villar, Facundo Colino, Marcela Triviño y Nayla Romero
APUNTES PARA UNA HERMENÉUTICA TANÁTICA…
182
La soledad final de los pacientes con enfermedades contagiosas, como la Gripe Española o el
Covid-19 es un fenómeno global que dio lugar a debates biopolíticos y bioéticos cada vez más
cargados de discusiones que apelando al alegato distópico e incluso bíblico- presagian o
absuelven a la humanidad por sus excesos (Agamben 2020, Han 2020, Enrici, 2021). Ya en
abril de 2020 se narraban detalles de personas que dejaban de vivir sin el acompañamiento de
sus seres queridos en todo el mundo. Las fotografías proliferaron desde un principio a modo
de advertencia sobre un flagelo que arrasaba el planeta. En la Imagen 2, se observa,
precisamente, una fotografía típica de la pandemia, en todo el mundo, que cuenta lo
suficiente. Es una de las tantas que recorrió el mundo en esos primeros meses. Es una
fotografía que podría provenir de cualquier parte, con significados parecidos. Un paramédico
mira el rostro revuelto de un paciente de la tercera edad. El hombre parece entregado. Sus
manos juntas, cruzando los dedos, reunidas sobre el pecho, no ofrecen resistencia. Un
cinturón de seguridad cruza la sábana blanca que lo cubre. Una ingente almohada lo muelle.
Se lo nota transpirado, con el pelo engomado a la frente. La cinta con el número de paciente
en forma de pulsera lo identifica más de lo que él puede decir. El dorso de su mano izquierda
esboza un posible canalizado. La ambulancia espera, blanca, cuadrada, insensible. Hay un
simulacro tanático a punto de desdoblarse en deceso.
La espiritualidad está presente, sin embargo, en ambas imágenes. El fenómeno del cuidado
anímico más allá de las recomendaciones médicas se repite en la pandemia de Covid. El
fortalecimiento de las comunidades, a partir de las oraciones, de las marchas que peregrinan
alrededor de los hospitales, constituye formas de enfrentar momentos de agonía. Familiares
y amigos se despiden de la forma que pueden, de sus seres queridos, ayudados frecuentemente
por trabajadores Sanitarios de los hospitales que traducen la expresión de amor en caricias,
oraciones, fotos. Los familiares en buena parte sienten que no es adecuado ese tipo de final
vacío. El trabajador de la salud vincula a las partes (familiares y pacientes). Atraviesan el
conflicto de interpretaciones, para ir de extremo a extremo de la vida. Transfieren el mensaje
a un enfermo entubado, que no puede recibir la expresión del familiar de la misma forma. La
actividad de interpretación plantea un desafío.
Aldo Enrici, Mirtha Sánchez, Muriel Ojeda, Gloria Villar, Facundo Colino, Marcela Triviño y Nayla Romero
APUNTES PARA UNA HERMENÉUTICA TANÁTICA…
183
Imagen 3. Enfermeros y familiares construyen un santuario en las afueras del Hospital de Río
Gallegos. Fotografía periodística. https://amp.telefe.com/canal13santafe/informacion-
general/un-enfermero-jubilado-murio-por-coronavirus-en-santa-cruz-y-sus-colegas-buscan-
generar-conciencia/
El trabajador cuenta a los familiares la forma del deceso. Esa tarea permite una despedida
tierna a través de la sensibilidad del intérprete sanitario de ocasión. Sin embargo plantea uno
de los conflictos substanciales del Sanitario. Un conflicto de lealtad con el oficio. Una
Deliberación acerca de hasta dónde llega el compromiso con la profesión en una pandemia.
La Imagen 3 muestra que hacia septiembre de 2020 se formaban cadenas de oración en las
afueras del Hospital Regional de Río Gallegos, lugar donde se escribe este texto. Los
familiares y amigos rezaban por sus enfermos hostigados por el frío Austral. Encendían velas
en los canteros invernales, ya sin plantas, en las afueras del hospital. Arropados por el frío
guardaban por las vidas, aunque no pudieran tener contacto con ellos.
El fenómeno se repetiría durante 2020 y 2021 diariamente alrededor del nosocomio. Las velas
conformaron un santuario a orillas de la entrada. El pasto seco cubre la base de tierra que
tiene poco para dar. Una fila de luces invoca la espiritualidad desvanecida. Resulta
demostrativo cómo el trabajador de la salud (con su chaqueta celeste) se aproxima al precario
altar, acaso a pedir por un/a colega, o para cobrar fuerzas suficientes. Consideramos a modo
de hipótesis que se trataba de una actividad de “hermenéutica tanática”. Definimos la
hermenéutica tanática como el proceso de trabajo para resolver, de modo interpretativo, el
vínculo sentimental con sus afectos cercanos, desde la soledad de los pacientes internados en
terapia intensiva en un clima de proximidad constante a la muerte, que llevan adelante los
trabajadores de la salud. En esa situación el personal de salud realiza una tarea de
interpretación intersubjetiva. Las experiencias de acompañamiento a pacientes en estado
crítico involucran a la comunidad sanitaria de forma protagónica. Durante el proceso
interpretativo se incrementan los riesgos de estrés laboral de acuerdo a las entrevistas
Aldo Enrici, Mirtha Sánchez, Muriel Ojeda, Gloria Villar, Facundo Colino, Marcela Triviño y Nayla Romero
APUNTES PARA UNA HERMENÉUTICA TANÁTICA…
184
ejecutadas. En una comparación trágica, acaso exigida, diremos que es como ser sanitario en
una guerra. Sin embargo, aquí, los familiares de cada paciente, están cerca. Estos actores de la
salud están apremiados por la ansiedad familiar. Hay que narrarles sobre la despedida del
paciente inmediatamente. La experiencia se reiteró, en los picos de la pandemia, varias veces
por día.
El trabajador sanitario actúa como mediador hermenéutico. Como un antropólogo
interpretativo elabora un discurso para el público de su propia cultura en este caso la
familia- dentro de una triangularidad etnográfica. Cuestiona los supuestos valores de
objetividad y neutralidad (Geertz, 1994). Trabaja con pacientes en estadios culturales
tanáticos. Intenta comprender las dos partes, la del deseo de despedirse con el intento de vivir
agónico. Un intérprete, tensado por un conflicto de interpretaciones, traduce la polaridad
placer-dolor y la afección polarizada en estados alegres y tristes (Simondon, 2015, p. 381) en
un intercambio de información y causalidad que exige un trabajo de coordinación entre dos
grandes extremos pulsionales: vida y muerte.
El estrés laboral del Sanitario, frecuentemente asociado con el sufrimiento y el ambiente de
trabajo durante la pandemia, impacta en el bienestar. En el personal con mayor riesgo de
sufrir un trastorno mental, los esfuerzos de la institución hospitalaria representan un recurso
valioso para la resiliencia (Lancee, Maunder et al, 2008, 59). Estudios recientes evalúan el
estrés inmediato como el impacto psicológico experimentado por los/les/las
3
trabajadores
sanitarios sometidos a cuarentena durante el brote del MERS (Síndrome Respiratorio de
Oriente Medio). Se obtuvieron puntajes elevados de estrés y problemas en el sueño que se
agravaron en el hogar después de la cuarentena (Lee et al, 2018, 87). La exposición a una
infección muy contagiosa constituye una experiencia sin preparación previa casi siempre. Se
ha observado que la exposición previa y compartida a conflictos similares de magnitud
masiva ha mejorado la capacidad de resiliencia durante el brote de Ébola en Sierra Leona. Se
encontraron síntomas clínicos de ansiedad y depresión "muy por debajo de lo esperado" dada
la magnitud y duración de la epidemia (Jalloh et al, 2018). La implementación anticipada de
prácticas profesionales de experiencias de mediación interpretativa lleva a una preparación
de ambientes resilientes. Los trabajadores de salud, intervinieron como intérpretes entre las
familias y los pacientes. Una tarea extenuante, no solamente por la intensidad del trabajo, sino
por la exigencia de trasladar emociones, equilibrar situaciones sentimentales. Los deseos de
vida se enfrentan a las condiciones taciturnas de los pacientes.
Más que un oficio de mensajero transparente la actividad hermenéutica de hacer llegar a un
paciente en instancia cuasi-mortuoria el mensaje de su familia, se vuelve una capacidad cuya
práctica es tan cotidiana que se desvanece de nuestra percepción. El Sanitario se mueve entre
dos contextos diferentes, en extremo. Enfermos y familiares padecen la dificultad de no
conectarse igualitariamente durante el proceso de enfermedad. Los Sanitarios ofician de
3
Acompañamos la perspectiva de género inclusiva. Lo hacemos en contadas oportunidades, para no
interrumpir la lectura.
Aldo Enrici, Mirtha Sánchez, Muriel Ojeda, Gloria Villar, Facundo Colino, Marcela Triviño y Nayla Romero
APUNTES PARA UNA HERMENÉUTICA TANÁTICA…
185
intérpretes pero deben incluirse en este padecimiento. Se conforma, así, una triada donde el
Sanitario articula dos necesidades. La memoria es en este caso la capacidad de hacer recordar
de modo satisfactorio la calidad de despedida del paciente. Cuando hablamos de modo
satisfactorio nos referimos a diseñar un discurso que agrade ser llevado por los familiares y
amigos. El diseño memorístico es realizado en conjunto. Requiere un esfuerzo de relato del
trabajador en el momento en que ocurre la despedida como en los sucesivos instantes
posteriores en que se realicen evocaciones de la persona que ha fallecido por parte de sus
familiares.
La condición de los Trabajadores Sanitarios. Testimonios
a) La carencia afectiva
Dentro de los testimonios a rescatar hay algunos que definen con contundencia la convivencia
de Sanitarios con pacientes. La forma en que esta intensidad réplica en el comportamiento,
los sentimientos, las conductas es notable. F es farmacéutico, especialista en farmacia
Hospitalaria. Trabaja hace varios años en el Hospital Regional de Río Gallegos, en la
provincia de Santa Cruz. Específicamente se desempeña en dos áreas. En el área de
internación se encuentra a cargo de terapia intensiva adultos, que sería la parte asistencial.
Además trabaja en gestión. Aquí está encargado de la parte de adquisición de insumos y
medicamentos. F es soltero. Reitera que vive solo. Como gran parte de los habitantes de la
Patagonia Austral (Santa Cruz y Tierra del Fuego), ha migrado recientemente, luego de recibir
su título profesional, desde el “norte” del país. El norte” es la expresión metonímica utilizada
para significar la procedencia de quienes provienen de otras provincias que no son la
Patagonia Austral. El norte comienza en Comodoro Rivadavia, que es plena Patagonia.
F ha nacido en una de las provincias centrales del país, desde donde vino al sur extremo,
luego de recibir su tulo profesional. No comparte su vivienda con familiares o amigos. Este
farmacéutico consideraba que, durante la pandemia, particularmente en el comienzo, desde el
punto de vista laboral, tenía colegas de su profesión que no se exponían tanto al contagio.
Esto lo llevó a un conflicto de interpretaciones. Tal vez su dedicación al trabajo lo había
llevado a estar más expuesto que el resto de sus compañeros/as.
En mi caso particular, se presentó una fuente de conflicto porque yo
soy el único de los profesionales farmacéuticos que asiste a un pase
de sala. Un pase de sala es terapia intensiva…el resto de los servicios
auxiliares dejó de existir… La disyuntiva fue ir al pase de sala o no ir
al pase de sala, por la mayor exposición
4
.
4
Los datos y párrafos de entrevistas que se transponen en el presente trabajo forman parte de la investigación
mencionada, aún en desarrollo.
Aldo Enrici, Mirtha Sánchez, Muriel Ojeda, Gloria Villar, Facundo Colino, Marcela Triviño y Nayla Romero
APUNTES PARA UNA HERMENÉUTICA TANÁTICA…
186
F continuó con sus mismos hábitos de trabajo en pandemia. En ciertos casos su compromiso
aumentó. Asistió al pase de sala por decisión personal, en contravención con las directrices de
su jefe, hasta que se contagió. Para F era importante recabar la información necesaria para su
práctica clínica en el pase de sala. La exposición era excesiva. Aún más, estando en
pandemia. Le costaba tomar conciencia del riesgo por el que atravesaba. La experiencia de
percepción de la vulnerabilidad social se manifiesta en el entrevistado recién a partir de
contraer la enfermedad. Allí se dio cuenta de que estaba expuesto a una situación en la que
debía cuidarse de otro modo, además de coordinar el trabajo con el resto de los Trabajadores
Sanitarios. Tenía que cuidarse a mismo del contagio. Ese cuidado redundaría en el
funcionamiento de su espacio laboral. Aunque viviera solo, durante la fase más intensa de
pandemia, no podía concentrarse en su trabajo de modo individual, según sus propias
convicciones, sin coordinación con sus compañeros. Sin embargo le costaba entenderlo.
Dadas las condiciones de convivencia que atravesaba, se expuso más que el resto.
F advierte que deseaba que “no lo confundan ni con un héroe ni con un inconciente”. Para
decirlo mejor, en su casa no hay gente a la que pueda contagiar. Está liberado de ese
compromiso. Dice sentir la obligación y la necesidad de volver a trabajar. Estuvo mucho
tiempo aislado por el contagio que sufrió. Pero, el compromiso con su profesión, iba más allá
de su obligación laboral. Un compromiso tan intenso como para entregar gran parte de su vida
privada. Concentrado en restaurar sus recuerdos, durante la entrevista nos mira como si
quisiera fijarse en sus pensamientos. Aunque es elocuente. Cuando habla hace gestos de
preocupación por esta condición solitaria que a la vez lo invita a cumplir con su tarea más allá
de cualquier mite. Sin embargo esa soledad la vivió cuando se contagió. No llegó a generar
anticuerpos y volvió al hospital. Otra vez se contagió. En total estuvo 88 días aislado.
Bueno, esto es más una experiencia personal, pero no me molesta
comentarlo… yo lo que sentí fue la carencia afectiva, eso fue algo
que…Por ejemplo, a ver, desde un abrazo, hasta una caricia, algo que
vos decís…yo que no tengo una pareja estable, tuve 88 días de
aislamiento… y bueno… la transité en dos ocasiones, pero no podés
aislarte del mundo. Porque no somos islas.
F parece comprender, desde sus palabras, que no todo está en condiciones como para
enfrentar una pandemia. Aunque lo dice a modo personal, lo hace situándose en su propio
relato. No está en condiciones para oír indefinidamente sobre las muertes. Situaciones de
despedida que afectan al paciente, a la familia, al personal de salud. Sin embargo, un conflicto
lo lleva a cuestionarse: en algunas ocasiones no se puede ser sanitario remoto. No se puede
trabajar de manera remota en terapia intensiva. Hay que estar con el paciente”. Hay que
estar con los colegas, cumplir protocolos de ida y de vuelta. En pandemia hay que estar
preparado para trabajar con tantas experiencias desahuciantes durante horas seguidas sin un
acompañamiento profesional psicológico, sin modalidades de descanso. No es natural, aun en
la vida de un profesional de la salud, estar tan estrechamente en contacto con la rutina de tanta
gente que ingresa, empeora y muere. Pareciera que no fuera posible aprender a convivir con
Aldo Enrici, Mirtha Sánchez, Muriel Ojeda, Gloria Villar, Facundo Colino, Marcela Triviño y Nayla Romero
APUNTES PARA UNA HERMENÉUTICA TANÁTICA…
187
estas condiciones. F, que dedica buena parte de su vida al trabajo en el hospital, lo percibe y
lo expone en sus palabras. Es un desafío trabajar en estas condiciones. Son condiciones que
están vinculadas, a su vez, a situaciones emocionales, de mucha tensión y mucha tristeza
familiar.
Debido a su condición monoparental, F. está acostumbrado a volcar gran parte de su vida en
el trabajo. No le resultó sencillo asumirse como un Sanitario con el mismo ritmo dentro de
una pandemia, donde hay que cumplir con medidas muy extremas de cuidado. Llegó a
sentir el peso anímico del ambiente, tan relacionado a lo procedimental en el plano laboral,
dentro de circunstancias en las que puede autopercibirse ligado intensamente al peso tanático.
De hecho, fue uno de los temas fundamentales. Un cambio de forma
de pensar. En un momento hubo que cambiar esto de “muerte,
muerte, muerte” por cuestiones que traigan vida, regocijo y
felicidad… Porque si no… la situación es insostenible. Entonces, yo
considero que se debe traer alivio al sistema de salud ya sea por
recursos humanos y materiales para poder sobrellevar lo que viene.
b) El conflicto interpretativo
Entramos, aquí, en una fase reflexiva. Una recopilación de escritos de Paul Ricoeur lleva el
significativo título de El conflicto de las interpretaciones. Mediante la interpretación, nos
dice el autor, se inscribe el problema del simbolismo como en el problema del lenguaje. La
noción de interpretación queda unida a la noción de símbolo. Ricoeur (1969, 16), lo expresa
de la siguiente manera: El símbolo se define como toda estructura de significación donde un
sentido directo, primario, literal, designa por añadidura otro sentido Imagendo, que no puede
ser aprendido más que a partir del primero. Llevado al contexto hospitalario, diremos que el
texto, fijado por escrito, se desliga del escritor (el familiar del paciente). Recibe, así, una
autonomía interpretativa (el trabajador Sanitario) que a su vez, de manera Imagenda, hace
llegar a un receptor indirecto (el paciente grave). La palabra media entre los elementos de
una estructura y el acontecimiento del habla en una situación abierta. Los distintos
significados de la palabra no constituyen únicamente, una diferenciación en un orden de
elementos yuxtapuestos, sino también el surgimiento plural de un segundo y nuevo
significado en un orden sucesivo que alguien trata de conciliar entre extremos dialógicos. Es
imposible que en esa búsqueda conciliatoria no haya un estresamiento en el proceso de
mediación (Pöggeler & Herrmann, 1997). Ese texto, en este caso, es el mensaje de los
familiares que el enfermero/a debe reinterpretar para hacerlo llegar al paciente en terapia
intensiva. Posteriormente hará una devolución a los familiares, poniendo en palabras la
recepción del paciente.
LC es enfermera profesional, con 20 años de experiencia en Terapia Intensiva del hospital
Regional de Río Gallegos. Habla, en determinado momento, de su contacto con pacientes en
Aldo Enrici, Mirtha Sánchez, Muriel Ojeda, Gloria Villar, Facundo Colino, Marcela Triviño y Nayla Romero
APUNTES PARA UNA HERMENÉUTICA TANÁTICA…
188
condiciones de cercanía de muerte. Sin embargo esta situación es distinta. Repentinamente los
pacientes se complican de un día para otro.
Cada día que voy al hospital encuentro una cama vacía de alguien
que se estaba recuperando... De pronto ya no estaba más. La
estábamos luchando juntos, con sus familiares, día a día, pero se nos
fue. Una paciente estaba bien a la mañana, pero a la tarde hacía un
infarto. A veces, tenemos dos o tres muertes diarias y sus familiares
que no pueden despedirse…yo tengo que resistir a esas experiencias
creando un caparazón…si no, terminamos quemados.
Probablemente LC no estaba preparada para “tanta muerte” y tantos mensajes a la vez. Tomó
cursos, realizó ateneos para estar en contacto directo con situaciones pandémicas. LC se
emociona cuando se expresa. La emergencia de escenarios de creación constante de puentes
entre familiares y pacientes graves se vuelve constante. Entre paciente y paciente LC
interpreta mensajes de los familiares que les hacen llegar su apoyo. Los acaricia, los peina, les
cuenta sin urgencia, como si fuera un familiar. A pesar de su excelente formación profesional
asimila experiencias diferentes. Aprende a construir traducciones entre los extremos de la
vida en la medida. Cada construcción se vuelve una fusión de horizontes. Por un lado el
mensaje de palabras en una hoja de papel, el dibujo de un nieto. Del otro lado la traducción de
ese mensaje en un susurro al oído del paciente. La distancia entre extremos es abismal.
El trabajador sanitario acumula el costo de la fusión de horizontes. De ese esfuerzo se habla
demasiado poco. Es posible que la vertiginosa vida hospitalaria las disuelva, porque aparece
otro caso similar y hay que continuar. Hay que seguir resolviendo. La acumulación de tanta
construcción de puentes intersubjetivos en medio de conflictos interpretativos no se divulga.
El riesgo es que los profesionales modifiquen el cuidado proporcionado a los pacientes al
final de la vida, generando conflictos y actitudes emocionales negativas hacia el cuidado de
estos pacientes durante la pandemia. La situación de aislamiento supone un coste emocional
que será valioso estudiar a medio plazo. Se vuelve necesario hacer una revisión de los
protocolos y de los cuidados proporcionados, a los fines de proporcionar cuidados de calidad
al final de la vida, en el acompañamiento y la despedida.
Una pandemia inconclusa
Madariaga & Oyarce (2020) advierten el efecto traumatizante que aporta la pandemia con sus
violencias biológica y simbólica. La pandemia nos lleva a vivir en una sociedad en
procesamiento constante de duelos inconclusos, que otorgan al Covid una categoría de
pandemia inconclusa. Por esto es que tampoco podemos hablar concretamente de “pos-
pandemia”. El componente tanático se nutre y aviva con la pandemia. Esto obliga a desplegar
tareas de apoyo psicoemocional frente a los duelos producidos por las muertes y estados
críticos de los pacientes en hospitales y consultorios; sentimientos de angustia, temor y culpa
Aldo Enrici, Mirtha Sánchez, Muriel Ojeda, Gloria Villar, Facundo Colino, Marcela Triviño y Nayla Romero
APUNTES PARA UNA HERMENÉUTICA TANÁTICA…
189
frente al peligro de llevar el contagio a sus hogares (Madariaga, & Oyarce, 2020). Hay una
pesadez tanática que afecta a los trabajadores de salud. Tal vez no sepamos cuáles son las
reglas y mecanismos para afrontarla.
No hemos tenido recientemente ni guerras totales ni plagas inmediatamente mortales. La
diabetes y el HIV son enfermedades crónicas, sin desenlaces inmediatos ni contagios a escala
geométrica, aunque son pandemias. En este caso, el tema que separa al trabajador de salud,
frente a otras enfermedades, es el limbo solitario de la terapia intensiva. Los familiares, al otro
lado del limbo, esperan el desenlace. Según Alsdair MacIntyre, desde su punto de vista
filosófico comunitario, los estados terminales e iniciales del ser humano se juntan en esta
propiedad humana de la vulnerabilidad. De hecho este tipo de enfermos adultos en fases
finales suelen sentir una “desnudez infantil” porque ahora los otros se lo han de hacer todo.
El reencuentro con esa inocencia natural alteradora de su autonomía les va a recordar que
nunca han dejado de ser “hombres niños” o “mujeres niñas”, en definitiva animales racionales
y dependientes (MacIntyre, 2001, p.16). Durante la pandemia, en las fases agudas, no fue
posible acompañar a tantos pacientes ni despedirse de ellos. Aludiendo a Macintyre, los
pacientes no fueron tratados como niños. De un día para otro perdieron contacto con sus
seres cercanos para siempre. El hombre, un ser constituido biológicamente, sólo se desarrolla
moralmente en y a partir de esta condición vital originaria. Surgen entonces consecuencias
que no sólo significan la base para una investigación filosófica, sino también un punto de
partida. Es valioso que la reflexión filosófica sobre la moral realice su investigación sobre la
vulnerabilidad y la discapacidad humana. Invita a pensar que quienes están en condiciones de
vulnerabilidad son diferentes de “nosotros”. Constituyen un grupo de personas distintas, en
cuya situación nos hemos visto alguna vez, o nos vemos ahora o probablemente nos vertemos
en el futuro. La vulnerabilidad y la discapacidad que dominan la vida humana en la infancia
más temprana, en la senectud y durante el tiempo en que se padece alguna lesión o alguna
enfermedad física o mental. Así, concluye que la identidad humana es, y sigue siendo
después, una identidad animal y, en consecuencia, el hombre siempre necesita depender de los
demás.
Un hito bioético
Si trasladamos la observación anterior a la pandemia, estos “demás” de los que se depende, en
casos de lesión alguna, son los Sanitarios en su ocupación de mediadores solidarios. Los
pacientes con dificultades graves fueron ubicados en una condición de aislamiento que los
desprotegió de su condición de sociales, pero también morales. Procesos en los que fueron y
son tratados como organismos, solamente. Sus familiares y ellos mismos, quedaron a
disposición de la tecnología que los mantenía vivos. Más grave aún es que, aunque se sabía
que morirían, sus familiares y cercanos no podían acercarse por el riesgo de contagio. Los
Sanitarios fueron los únicos acompañantes. Si esto sucede de modo aislado no es tan
Aldo Enrici, Mirtha Sánchez, Muriel Ojeda, Gloria Villar, Facundo Colino, Marcela Triviño y Nayla Romero
APUNTES PARA UNA HERMENÉUTICA TANÁTICA…
190
problemático. Si se transforma en algo constante y universal la desolación recorrerá los
hospitales, afectando al personal.
Nos entrevistamos con Ag, de profesión psicóloga. Oriunda de Córdoba, Argentina. Recibida
en la Universidad de ese lugar. Pudimos avanzar en el tema conversando con ella. Ag aún no
cumplió los 30. Hace cuatro años que está en Río Gallegos. Hace dos años está en Setripco,
un servicio del Hospital Regional destinado a pacientes con problemas de consumo de
sustancias. Ag está realizando una maestría en bioética. Su carrera es presurosa, como la
mayoría de los profesionales en la región. Cuando la entrevistamos mencionó su
participación en la elaboración de “protocolos de despedida”. Los pacientes fallecían y no
podían despedirse de sus familiares.
El protocolo de despedida se debe a que a la Unidad De Terapia Intensiva no se puede
ingresar. Para Ag es un hito bioético fundamental. Los pacientes fallecían hasta ese momento
en total soledad. No había ceremonia, ni contacto con el cuerpo. Si el paciente está por
fallecer el familiar tiene 15 minutos según ese protocolo. El paciente está en coma
farmacológico y no se lo puede tocar. Los profesionales acompañan, explican la situación con
la que se van a encontrar. Es una situación difícil para todas las partes. Encontrarse con
alguien entubado, en coma, es una experiencia difícil. Ag comenta que “algunos querían
sacarle fotos. Le aconsejábamos que no era lo mejor”.
Un solo familiar puede ingresar. Los médicos se contactan con ellos. Le cuentan que va a
fallecer ese mismo día. El familiar ingresa, acompaña a el/la paciente a los fines de
despedirse. Luego del episodio de muerte se mantiene un diálogo con el familiar. Hay quienes
llegan con la expectativa de que el familiar enfermo va a resistir. Por falta de información, por
la activación del mecanismo de negación, es difícil asumir que en unos minutos va a morir.
Ag rescata actitudes de familiares que construyen herramientas para el desenlace.
Una mujer fue a ver a su marido, muy grave. Me llamó la atención la
fortaleza con la que se enfrentó al caso. Contaba con herramientas,
estaba acompañada por la familia, estaba al tanto de los partes
médicos, mostraba agradecimiento hacia los profesionales… En otro
caso un familiar, a pesar del protocolo activado, no asumía que su
madre estaba a punto de morir… “Mi mamá no se va a morir”, nos
decía. Ahí me di cuenta de que con la sola presencia ayudamos.
Decirle a un paciente que su familiar va a fallecer en pocos minutos es complicado. Contactar
con él para que se despida es inusitado. Todo este trámite ocurre en poco tiempo, a veces en
un par de horas. Desde la internación hasta el fallecimiento hay pocos días. Ag recuerda lo
difícil que le resultó asumir el fallecimiento por Covid del padre de un joven paciente que
acudía al Servicio de Tratamiento Integral para Patologías de Consumo. Había hablado con él,
pocos días atrás, sobre la evolución de su hijo. La mayoría de los psicólogos que se ocupan
Aldo Enrici, Mirtha Sánchez, Muriel Ojeda, Gloria Villar, Facundo Colino, Marcela Triviño y Nayla Romero
APUNTES PARA UNA HERMENÉUTICA TANÁTICA…
191
en temas de pandemia hacen a su vez terapia. Sin embargo, aporta Ag, el psicólogo al que
vamos también se angustia. También está viviendo la pandemia”.
Bioética, biopolítica y aprendizaje.
El protocolo de despedida gestiona un proceso ordenado para despedirse de un enfermo de
Covid. Se asume que el protocolo puede menguar, en alguna proporción menor, no solo el
contacto con el virus, sino la angustia familiar de la muerte solitaria. Contagiarse de un
familiar enfermo de Covid que está a punto de morir es una posibilidad epidemiológica. Pero
esta preocupación clínica puede derivar en la dificultad de asunción de episodios tan
drásticos como reconocer la muerte en soledad de alguien querido. La negación que ocasiona
que un familiar se haya ido sin recibir una despedida afectiva es un episodio inherente al
ambiente hospitalario en pandemia. La sensación de que no hemos podido acompañarlo,
puede llevar a la negación como mecanismo psíquico que protege de esa sensación ingrata.
La pandemia enfrenta a los trabajadores de la salud con la muerte, todos los días. Nos
enfrenta con un tema bioético, el dolor de los familiares que se despiden de alguien que desde
su ingreso ha estado solo. Entonces se suma la biopolítica a la discusión. La misma consiste
en el modo de instalar la preocupación acerca de la importancia de ocuparse por su salud en
condiciones de pandemia. Lo que ellos cuentan queda registrado como la travesía por una
peripecia.
La discusión bioética posibilita, como disciplina filosófica e interdisciplinaria, un tratamiento
de la muerte destinada a recuperarla como una posibilidad existencial significativa. Después
de esta pandemia, para decirlo con precaución, en situación transpandémica, podemos pensar
que el dejar morir a los que no quieren morir solos y distantes puede ser más económico que
el esfuerzo por prevenir. La memoria de los momentos sublimes debe defenderse como
constitutivo de la vida durante una plaga como esta.
Hemos sido avisados sobre probables pandemias ocasionadas por la zoonosis en ciudades
grandes. Por el contrario, hay un plazo que se abre para reflexionar e implementar
aprendizajes. Los problemas aparecidos no se resolvieron aún. Algunos no han sido divisados.
No deben olvidarse, sino recuperarse. Sigue latente la convivencia con diferentes situaciones
de vulnerabilidad. F confía en que los hábitos de prevención se hayan aprendido.
Cada uno de nosotros ha internalizado que vamos a vivir con el virus.
Lo que va a suceder es una internalización de hábitos de
autocuidado: extremar medidas de limpieza, higiene, de cuidado
personal, de distanciamiento social, el uso de barbijos, el uso de
EPP. “va a ser algo normal; o sea… ya quedó, al menos quedo
instaurada”.
Aldo Enrici, Mirtha Sánchez, Muriel Ojeda, Gloria Villar, Facundo Colino, Marcela Triviño y Nayla Romero
APUNTES PARA UNA HERMENÉUTICA TANÁTICA…
192
“Internalizar”, como lo está usando F, tiene un significado similar a “aprender”. Para F se ha
logrado un aprendizaje, un cambio de lectura de la realidad que nos permitirá afrontar la
pandemia. Convivimos y conviviremos con el virus de Covid o con otros virus globales. Para
eso tenemos que prepararnos para que la soledad de los Sanitarios esté acompañada. Incluir
nuevas prácticas, actualizarnos. No nos habíamos preparado para invasiones tan
contaminantes que implicarán tanto compromiso laboral inmediato. Inclusive, habíamos
pensado en las sucesivas décadas anteriores, que los ataques a la humanidad del futuro
seguirían siendo bélicos o económicos. No habíamos imaginado una epidemia global, a pesar
de los avisos oficiales y extraoficiales.
Precauciones asociadas a nuestros estilos de vida.
Tal vez las pandemias sean de aquí en más un problema de salud habitual, pero además una
consecuencia del despliegue migratorio, turístico, laboral, constante dentro de las estrategias
biopolíticas globales. El virus no puede acercarse por su cuenta, viene portado por alguien.
Para Enrique Leff (2021) en la tragedia de Sófocles, Creonte consulta el oráculo de Delfos y
descubre que la peste es el castigo de los dioses por el asesinato de Layo. Hasta que el
responsable no expíe sus culpas, la peste seguirá azotando a la ciudad. El coronavirus no es un
castigo divino, sino una respuesta de la naturaleza, cuyo comportamiento debemos
desentrañar.
Desde hace al menos cincuenta años somos alcanzados por la atracción turística de paisajes,
que deseamos visitar, ya sea por negocios, trabajo o placer, dentro de una sociedad que ya no
tiene industrias tradicionales (Bell, 1974). El turismo -como las poblaciones forzadas a viajar
por otras razones: razones bélicas, persecución política, hambre- es una de las transacciones
indispensables en el mundo posindustrial. Emprendemos actividades que nos llevan a viajar
varias veces en el año. A su vez, de todo eso nos enteramos por nuestras páginas de
búsqueda. Para viajar revisan nuestras maletas, nuestro pasaporte o nuestro aspecto. Pero
nuestras vulnerabilidades no pueden exponerse de modo claro. La libreta sanitaria o los test
para detectar la presencia de la infección ayudan. Sin embargo nuestras vulnerabilidades nos
constituyen. Hemos valorado muy poco la creación de espacios para dialogar sobre los riesgos
y precauciones asociados a nuestros estilos de vida. Un estilo expuesto a cambios
permanentes. Cualquier enfermedad contagiosa se transformaría en pandemia si se
sobrepasan los niveles de atención, los espacios hospitalarios. A su vez, la escala social
humana es mínima en comparación con las escalas naturales como la geológica o la
astronómica. Es decir que estamos divagando dentro sobre un instante minúsculo del
universo. Sin embargo, ese instante contiene una significatividad que nos atrae tanto o más
que cualquier otra magna historia.
Desde el punto de vista biopolítico la pandemia no nos ha tomado por sorpresa. Se pueden
decir muchas cosas para justificar la escasa preparación de las autoridades mundiales, pero el
Aldo Enrici, Mirtha Sánchez, Muriel Ojeda, Gloria Villar, Facundo Colino, Marcela Triviño y Nayla Romero
APUNTES PARA UNA HERMENÉUTICA TANÁTICA…
193
argumento de la sorpresa no es bien recibido. Se habían lanzado advertencias serias sobre la
inminencia del surgimiento de algún tipo de nuevo virus global. Ignacio Ramonet (2020)
menciona un importante análisis presentado, en noviembre de 2008, por la oficina de
anticipación geopolítica de la CIA, que publicó para la Casa Blanca un informe
titulado Global Trends 2025 : A Transformed World. El documento, en aquel momento
confidencial, sugiere que si brotara una enfermedad pandémica, probablemente ocurriría en
un área marcada por una alta densidad de población y una estrecha asociación entre humanos
y animales. A estas alturas, ya nadie ignora que la pandemia no es sólo una crisis sanitaria. Es
lo que las ciencias sociales califican de “hecho social total” (Ramonet, 2020, párr. 3).
Recientemente Edward Glaeser (2022), en un minucioso trabajo sobre resiliencia urbana
sostiene que las ciudades se reconstruyen a pesar de terremotos y de pandemias. En este caso,
afirma, pasará lo mismo. Si la pandemia de COVID-19 continúa durante años o es seguida
por una nueva pandemia equivalente, entonces la enfermedad en misma puede causar un
daño considerable a las ciudades del mundo. La gente rica se mudará cada vez más a los
suburbios y la gente pobre, se mudará a las zonas más densas de la ciudad. Si a esto le
sumamos el progreso del teletrabajo entonces estaremos frente a grandes cambios. Sin
embargo las grandes ciudades son resilientes, siempre que se considere al capital humano
como el recurso fundamental. El capital humano se define, siguiendo a Glaeser, como
capacidad de producir que está incrustada (embebded) en las personas de modo latente, por lo
que las muertes casi siempre significan una pérdida de capital humano. Sin embargo, las
habilidades que permiten una actividad valiosa han cambiado dramáticamente a lo largo de
los siglos, lo que hace la medición del capital humano en particular algo difícil de valorar.
La destrucción del capital humano deja una huella más duradera. Esa es la razón por la que
las ciudades han sobrevivido a muchas plagas a lo largo de milenios pasados. La pandemia
sólo altera significativamente la riqueza urbana si va acompañada de un cambio económico
importante, como la adopción generalizada del trabajo remoto o los cambios políticos que
podrían llevar a las empresas y los ricos a abandonar las zonas urbanas. El impacto de mayor
alcance de la pandemia sugiere de nuevo que el capital humano en lugar de capital físico es el
determinante clave del éxito urbano a largo plazo. Las ciudades tienen mayor resiliencia si se
considera el valor del capital humano (Glaeser, 2022).
Estamos transitando una época en que las enfermedades respiratorias son transmitidas en
lugares cerrados, dentro de los aviones, de los automóviles, los autobuses y dentro de los
propios hogares. Debemos, por lo tanto, revisar la noción del viaje, la noción de hogar, la
noción de urbanización, la noción de cuidado de sí. La concepción del espacio privado,
asociado a la seguridad, se contrapone, de acuerdo a los aspectos mencionados, a las
concepciones de los lugares abiertos, que vuelven a ser los lugares de menor propagación de
espectros ominosos. El capital humano es el que hemos de cuidar en cuanto porta una
sabiduría que permite generar resiliencias comunitarias. No sus organizaciones ni su
tecnología.
Aldo Enrici, Mirtha Sánchez, Muriel Ojeda, Gloria Villar, Facundo Colino, Marcela Triviño y Nayla Romero
APUNTES PARA UNA HERMENÉUTICA TANÁTICA…
194
Los verdaderos “nosotros” de nuestra época.
Uno de los inconvenientes que reconocemos en las calamidades humanas es que siempre
habrá capitales humanos que se exponen por encima del resto como presa de una enfermedad.
Una pandemia ataca a los trabajadores sanitarios que intentan cuidar a los demás. Pero éstos,
alineados a la salud no forman parte de los demás”. Como si fueran “otros” son la parte de
una población expuesta que intenta que no se extienda esta pandemia. Aunque pase por
encima de nosotros, aunque no nos demos cuenta, la pandemia atraviesa al “nosotros
sanitario” por encima del resto. Siempre atraviesa a los que están adelante, intentando
evitarla.
La comprensión desde el espacio de la salud de quién es el “nosotros”, el capital humano de
la salud, es la que pone alerta a los “demás”. Los que no estamos en contacto directo pero
necesitamos de ese capital humano. Hace mucho tiempo que no nos reconocemos como una
humanidad entera intentando sobrevivir. Esto quiere decir que en cada una de nuestras
ciudades, que en cada uno de nuestros hogares, en cada una de nuestras profesiones, nuestro
capital humano para la salud es el más expuesto a ser afectado. El trabajador sanitario no
puede salir de este sofisma de ofrecer la vida personal para defender la vida comunitaria. Si
no reconocemos el valor de sus vivencias, si no escuchamos sus relatos de compromisos
iniciáticos con la vida de cada uno de los pacientes, la vida comunitaria acabará con la vida
personal de cada trabajador. El sofisma volverá a repetirse una y otra vez.
En las actuales condiciones, “los Sanitarios son, aún, los otros de los demás”. Los encargados
de preocuparnos de modo directo por la promoción de la salud, actuamos desde dentro del
nosotros, desde nuestras propias capacidades. Los que se interponen entre la invasión y los
demás. Es cierto que la pandemia tiene por objeto a la humanidad. No obstante este capital
humano deberá percibirse como se percibe a los enfermos en soledad. Allí, en sus unidades de
cuidados intensivos, están corriendo riesgos, archivando sus historias de hermenéutica
tanática, sin que sus relatos nos adviertan los grandes secretos de sus ocupaciones.
Pacientes y sanitarios son y han sido los verdaderos “nosotros” de esta época tan corta. Los
otros de nosotros, los demás, los que se desplazan con mayor o menor precaución, se cuidan.
Debemos procurar que el peso de la incomunicación que acompaña a los enfermos no nos
aniquile. A través de la narración es posible recuperar la actividad de los equipos
humanitarios que comenzaron a prepararse ya comenzado el proceso pandémico, de modo
tardío, en el mismo momento en que tenían que atender, en el mismo momento en que tenían
que esperar resultados científicos acerca del fenómeno para tomar decisiones.
Los familiares están muy cerca pero no pueden atravesar barreras sanitarias para despedir a
quién se está por morir. No hay, por ahora, forma alguna de traspasar los “límites
administrativos del contagio” para despedirse de alguien cercano. El final de cada vida es
parte de cada vida. Como el nacimiento, constituye un momento fundamental a proteger. A, la
psicóloga que intervino en la redacción del protocolo de despedida, hace referencia a una
Aldo Enrici, Mirtha Sánchez, Muriel Ojeda, Gloria Villar, Facundo Colino, Marcela Triviño y Nayla Romero
APUNTES PARA UNA HERMENÉUTICA TANÁTICA…
195
diligencia administrativa que debieron hacer para que una señora mayor pudiera despedirse de
su hijo. Cercos que tuvo que superar para verse por última vez.
Estuvimos esperando que viniera su hijo. Él quería verla, llegar antes
de que trascendiera. No podía llegar porque estaba de viaje. Llegó
tarde… Pudo despedirse.
La agresividad hacia los posibles contagios aparece como defensa de los gobiernos, como
instinto protector del propio sector de la salud. Emana de la angustia que genera la
incertidumbre de enfrentarse al “enemigo invisible”. Lo invisible es un significante aterrador
para el ser humano. Desde la teoría psicoanalítica lo invisible que penetra en nuestra
intimidad se denomina “ominoso”. Refiere a lo más familiar, a la vez siniestro (Freud, 1976).
Lo que enseña la experiencia analítica de lo ominoso es que se trata de la perturbación del
campo imaginario por la brusca aparición en su seno de algo no especular. En ese instante:
“el objeto de la angustia en tanto objeto ansiógeno, no especularizable, paradójicamente se
especulariza: lo invisible es visto” (Miller, 2007, p. 95). Por fin la angustia ve lo que es solo
un fantasma en el ser querido. En el familiar se ve al fantasma cuando ya no lo puede ver de
modo presencial, cuando desaparece.
Ver en la muerte el fantasma familiar provoca tristeza. Algo se desprende en el ser querido. Si
no lo vemos sigue estando. Es su fantasma. Es casi imposible imaginar la muerte del ser
querido, al que no podemos ver, si no es de forma ominosa. Somos parte de un mismo
espíritu. Las condiciones de despedida, durante la pandemia, son distintas a las que cualquier
comunidad pudiera reconocer. Morirse es desaparecer. Lo ominoso de lo querido, el ser
querido en su momento invisible, debe desaparecer ante nosotros. Pero desaparece ante el
trabajador de la salud.
Lo invisible, aquí, construye una metáfora, un modo de entender la realidad de la despedida
en el contexto de pandemia. Lo que se evita finalmente no es el virus, es la posibilidad de la
muerte invisible que viene con él. Esta angustia generada por la muerte invisible se
transforma en agresividad. La agresividad de la negación se impone como mecanismo
psíquico que protege a la familia de ese afecto. Una agresión que nos circunda es la dificultad
de acatar normas de conducta. Previenen de la cercanía a la muerte que se respira. Es la
muerte invisible, la peor de las muertes, la que no se ha visto ocurrir, la que circunda nuestras
vidas cuando se publican estadísticamente los casos. Esas estadísticas nos llevan a un juego
arriesgado de lo insensible.
Los hospitales, proveedores de atención médica deben considerar cómo comunicarse mejor.
El deseo de un paciente o su familia está presente más que nunca en estos momentos. La
información y los valores subyacentes entran en conflicto con las percepciones del proveedor
de atención médica sobre cuidado apropiado. Los Sanitarios también deben ser conscientes de
cómo los factores culturales pueden afectar el final del debate de vida. La sensibilidad a las
preferencias culturales e individuales de un paciente evita estereotipar y hacer suposiciones
Aldo Enrici, Mirtha Sánchez, Muriel Ojeda, Gloria Villar, Facundo Colino, Marcela Triviño y Nayla Romero
APUNTES PARA UNA HERMENÉUTICA TANÁTICA…
196
incorrectas (Ngo-Metzger, 2008) como circunstancia en que las preferencias de tratamiento, la
calidad de vida y el mantenimiento de la dignidad han sido acordadas con los deseos del
paciente.
Ha habido poco o ningún dolor, suponemos, para los trabajadores sanitarios. Los T.S
(trabajadores sanitarios) trabajan en la muerte de cada paciente. Contemplan y comparten el
sufrimiento de la espera. La muerte debiera coincidir con los estándares clínicos, culturales y
éticos del paciente. Los tratamientos excesivos o fútiles no se utilizan sólo para prolongar la
vida. Cualquier revisión bioética de la “buena muerte” debe analizar las muertes vinculadas a
la pandemia. La muerte asociada con el COVID-19 califica como una “mala muerte”. Sin
embargo, poco sabemos aún. La apertura al relato de interacción de los trabajadores de salud
con pacientes parece cerrarse antes de tiempo, cada vez que una calamidad ocurre.
Conclusiones preliminares. Por qué los aplauden.
Al principio de la pandemia los trabajadores de la salud eran aplaudidos. En primera instancia
se suponía que por su amor al trabajo, por su enfrentamiento valiente a un padecimiento
desconocido. La pregunta prosigue. ¿Qué es lo que explica ese aplauso mayestático desde los
balcones? Las fotografías de trabajadores agotados, en sus vestidos heroicos, proliferaban.
Enarbolaban su cansancio desde la disputa contra un más allá impropio. En aquellos
momentos las reglas de los gobiernos sobre el distanciamiento social para prevenir la
propagación de enfermedades alteraron rituales funerarios y de muerte en casi todas
partes. Las grandes reuniones estuvieron restringidas en todo el mundo. Despedirse de un ser
querido es un ritual que trasciende las diferencias. Se han perturbado así importantes rituales
en prácticamente todas las religiones del mundo.
El trabajador sanitario oficia, en estos casos, de modo aproximado al quehacer chamánico.
Actúa de manera delicada, como Hermes, vinculando a Zeus con personajes externos al
Olimpo en sus mensajes confidenciales. Mientras tanto las órdenes estrictas de
distanciamiento social obligaron a los familiares a encontrar nuevas formas de duelo,
escribiendo comentarios en las redes sociales, publicando obituarios en línea a partir del
relato de los trabajadores de la salud acerca del deceso. La aprensión a morir sin compañía,
tanto como el dolor de que un familiar se vaya de este mundo en soledad, es universal. El
compromiso de fusionar horizontes de los trabajadores de la salud al traducir de modo
comprensible el estado de salud del paciente a un familiar. Como tal, nos vincula a pensar
modos de despedida. A relevar relatos sobre estas prácticas. La política del hospital a menudo
impide que los seres queridos estén en la UCI (unidad de cuidados intensivos) en el momento
de la muerte. Este dilema ético y biopolítico se agrava en una muerte durante la epidemia de
Covid. Como destino del cuidado de una vida, se debe asumir que ese tema será abordado,
que serán eficaces los relatos vitales de los recuerdos, como de la mirada final entre el
sanitario y el paciente.
Aldo Enrici, Mirtha Sánchez, Muriel Ojeda, Gloria Villar, Facundo Colino, Marcela Triviño y Nayla Romero
APUNTES PARA UNA HERMENÉUTICA TANÁTICA…
197
Los trabajadores Sanitarios deberían ser valorados en su aspecto hermenéutico. No sólo han
sido aplaudidos por su entrega, como ocurrió al inicio de la pandemia, sino que son
reconocidos en cuanto que se constituyen en guardianes de la memoria de luchas agonísticas.
Verdaderos practicantes de una hermenéutica tanática. No todas las muertes o los
sufrimientos tienen la misma significación. Algunos procesos dejan enseñanzas, recuerdos,
oportunidades de valorar prácticas. Los mecanismos que envuelven los procesos de atención
afectaron a los familiares de los pacientes en los procesos terminales o en las convalecencias
extensas. Sin embargo hay que atender que afectan a los Sanitarios. Ellos guardan esas
vivencias, que no siempre se comparten, en parte por secreto profesional, en parte para
reservarlas a la historia de esta pandemia. Las entrevistas, los relatos, permiten la recreación
de situaciones que, como en el caso del Covid, se han vivido. Constituyen hitos profesionales.
Por esta razón, entre otras, los aplauden.
Referencias
Agamben, Giorgio (2020). Riflessioni sulla peste. Recuperado en:
https://www.quodlibet.it/giorgio-agambenriflessioni-sulla-peste
Araya, C. y Oyarce, A. (2020). "Pandemia por COVID-19: un hecho social total. Sus efectos
sobre la salud mental de los chilenos". Revista Chilena de Salud Pública (2020): 13-29.
Recuperado en: file:///C:/Users/usuario/Downloads/60371-709-205302-1-10-
20201210%20(1).pdf
Bell, D. (1974). The Coming of Post-Industrial Society. New York: Harper Colophon Books,
1974.
Berlanga-Fernández, S., Rifa-Ros, R., Villafáfila-Ferrero, R., & Rodríguez-Monforte, M.
(2021). Perspectiva de los estudiantes de enfermería sobre la transformación de la atención
primaria durante la pandemia de la enfermedad coronavirus-19: estudio cualitativo mediante
fotoelicitación. Educación Médica , 22 (4), 237-240. Recuperado en:
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1575181321000462
Castañeda Guillot, C. (2021). El arte de la pintura y las pandemias en la historia. Revista
Conrado, 17(S2), 8-15.
Enrici, A. (2021). El Nacimiento De La Viruspolítica. Desde la libertad de la autovigilancia.
Recuperado en: http://69.164.202.149/topofilia/index.php/topofilia/article/view/162
Estrin, D. (2020). Coronavirus Is Changing The Rituals Of Death For Many Religions April
7, 2020. In Goats and Soda stories of life in a changing world. Recuperado en:
https://www.npr.org/sections/goatsandsoda/2020/04/07/828317535/coronavirus-is-changing-
the-rituals-of-death-for-many-religions
Aldo Enrici, Mirtha Sánchez, Muriel Ojeda, Gloria Villar, Facundo Colino, Marcela Triviño y Nayla Romero
APUNTES PARA UNA HERMENÉUTICA TANÁTICA…
198
Franco, T., & Merhy , E. (2017). Mapas analíticos: una mirada sobre la organización y sus
procesos de trabajo. Salud colectiva, 5, 181-194.
García-Navarro, E. (2020). Departamento de Enfermería, Universidad de Huelva. Avda. Tres
de Marzo, s/n. 21071, Huelva, España. DOI: 10.20986/medpal.2020.1162/2020
Glaeser E. (2022). National Bureau of Economic Research, USA. Harvard University, USA.
Urban Studies. 2022, Vol. 59(1) 335- DOI: 10.1177/00420980211052230.
Geertz, C. (1994) Conocimiento local. Ensayos sobre la interpretación de las culturas.
Barcelona: Paidós.
Leff, E. (2021). Los desafíos de la vida en la Era del Capitaloceno. Ambiente en Diálogo, (2),
Recuperado en: http://ojs.opds.gba.gov.ar/index.php/aed/index
Klippenstein, K. (2020). Military Knew Years Ago That a Coronavirus Was Coming », The
Nation, New York.
Freud, S. (1976). “Lo ominoso”, en Obras completas, Vol. XVII .Buenos Aires: Amorrortu.
Han, B. (2020). La emergencia viral y el mundo de mañana. Byung-Chul . El Pais 22 MAR
2020 -16:17 ART Recuperado en: https://elpais.com/ideas/2020-03-21/la-emergencia-viral-y-
el-mundo-de-manana-byung-chul-han-el-filosofo-surcoreano-que-piensa-desde-berlin.html
Jalloh M., Li W., Bunnell R., Ethier K., O'Leary A, Hageman K., et al. (2015). Impact of
Ebola experiences and risk perceptions on mental health in Sierra Leone, BMJ. 2018; 3(2).
DOI: 10.1136/bmjgh-2017-000471
Juárez García, A. (2020). "Síndrome de Burnout en personal de salud durante la pandemia
COVID-19: un semáforo naranja en la salud mental". Revista de la Universidad Industrial de
Santander. Salud 52.4: 432-439.
Lancee WJ, Maunder RG, Goldbloom DS. (2008). Prevalence of psychiatric disorders among
Toronto hospital workers one to two years after the SARS outbreak. Psychiatric Serv. 2008;
59(1): 91-5.
Lee SM, Kang WS, Cho AR, Kim T, Park JK. (2018). Psychological impact of the 2015
MERS outbreak on hospital workers and quarantined hemodialysis patients. Compr
Psychiatry. 2018; 87: 123-7. Recuperado en:
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0010440X18301664
McCann CM, Beddoe E, McCormick K, Huggard P, Kedge S, Adamson C, et al. (2013).
Resilience in the health professions: a review of recent literature. Int J Wellbeing. ; 3(1).
DOI: 10.5502/ijw.v3i1.4
Ministerio de Cultura de la Nación, 2020), 1 de mayo. Recuperado en:
https://www.cultura.gob.ar/covid-art-museum-el-espacio-donde-el-coronavirus-es-arte-8985/ .
Aldo Enrici, Mirtha Sánchez, Muriel Ojeda, Gloria Villar, Facundo Colino, Marcela Triviño y Nayla Romero
APUNTES PARA UNA HERMENÉUTICA TANÁTICA…
199
Ngo-Metzger, (2008). Good Death in Neurological Practice. Chennai, Tamil Nadu, India.
DOI: 10.4103/0028-3886.325314
Merhy, E. (2006). Salud. Cartografía del trabajo vivo. Buenos Aires: Lugar Editorial
MacIntyre, A. (2001), Animales racionales y dependientes. Por qué los seres humanos
necesitamos las virtudes. Editorial Paidos. p. 15. Cf. Marcos, A., Dependientes y racionales:
la familia humana en este mismo nº de Cuadernos de Bioética.
Ministerio de Cultura de la Nación, (2020), 1 de mayo https://www.cultura.gob.ar/covid-art-
museum-el-espacio-donde-el-coronavirus-es-arte-8985/ .
Miller, J.-A. (2007). Introducción al seminario X de Jacques Lacan, RBA Libros, Barcelona,
, p. 27
New York Times (2020). World Health Organization on March 24, 2020 recommended
relatives not to touch or kiss a body infected with COVID-19. Recuperado en:
https://www.nytimes.com/2020/03/25/us/coronavirus-funerals.html
Pöggeler, O. y Río H. (1997). Universidad Autónoma de Madrid. El conflicto de las
interpretaciones. Cuaderno Gris. Época III, 2 (1997): 107-114. (Monográfico: Horizontes del
relato: lecturas y conversaciones con Paul Ricœur / Gabriel Aranzueque (coord.)
Portes, A., & Armony, A. C. (2016). Rescatando valores ancestrales y creando nuevos lazos:
el transnacionalismo chino en América Latina. Migración y desarrollo, 14(26), 3-23.
recuperado en: http://www.scielo.org.mx/scielo
Radio 3, (2020) otros cinco fallecidos en Río Gallegos. Publicado en septiembre 26, 2020.
Recuperado en: https://radio3cadenapatagonia.com.ar/coronavirus-otros-cinco-fallecidos-en-
rio-gallegos/
Ramonet, I (2020). "Ante lo desconocido... La pandemia y el sistema-mundo". Le Monde
Diplomatique 2 (2020)
Ricoeur, P. (1969). Le conflit des interprétations, Éd. du Seuil, París 1969, p. 16.
Simondon, G. (2015). La individuación a la luz de las nociones de forma y de información.
Buenos Aires: Cactus
Spinelli H. (2010). Las dimensiones del campo de la salud en Argentina. Salud Colectiva,
6(3), 275-293.
UNESCO (2020) Convirtiendo la amenaza del COVID-19 en una oportunidad para un mayor
apoyo al patrimonio documental. Recuperado en: https://en.unesco.org/sites/default/files/dhe-
covid-19-unesco_statement_es.pdf
Aldo Enrici, Mirtha Sánchez, Muriel Ojeda, Gloria Villar, Facundo Colino, Marcela Triviño y Nayla Romero
APUNTES PARA UNA HERMENÉUTICA TANÁTICA…
200
Sy, A. (2020). “Transitar de la pandemia a la postpandemia, desafíos y posibilidades de los
nuevos escenarios en la salud pública desde las narrativas de sus trabajadores/as”.
Presentación del proyecto. PISAC (Programa de Investigación sobre la Sociedad Argentina
Contemporánea. Recuperado en: https://www.argentina.gob.ar/ciencia/agencia/acciones-
covid-19/pisac-covid-19
Dr. Aldo Enrici
Profesor titular de Filosofía-Estética UNPA UARGICIC. Instituto de cultura, identidad y
comunicación. Categoría de investigador I- Categoría de Extensionista A. Integrante de la
Asociación Argentina e Internacional de Críticos de Arte. Director de la Red interuniversitaria
de Patrimonio Cultural-Miradas interdisciplinarias. Director Maestría en Metodologias y
estrategias de investigación Interdisciplinar. Profesor invitado en Universidades de Europa y
América. Sec. Académico Revista www.hermeneutic.unpa Director Grupo de Investigación
de Hermenéutica Aplicada. Contacto: aenrici@uarg.uarg.unpa.edu.ar TEL 54 2966
15458236. Argentina
Aldo Enrici, Mirtha Sánchez, Muriel Ojeda, Gloria Villar, Facundo Colino, Marcela Triviño y Nayla Romero
APUNTES PARA UNA HERMENÉUTICA TANÁTICA…
201
Mirtha Zuleyka Sánchez Escalante
Licenciada en Enfermería. Magister en Gerencia de los Servicios de Salud y Enfermería. Dra.
En Enfermería. Área de Concentración Salud y Cuidado HumanoProf. Titular a Dedicación
Exclusiva de la Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad de Carabobo Venezuela.
zuleykase@gmail.com
Edecia Muriel Ojeda
Profesora adjunto de la Escuela de Enfermería asignatura Enfermeria en Salud Mental.
Investigadora categoría IV. Extensionista categoría B. Universidad Nacional de la Patagonia
Austral Unidad Académica Río Gallegos. murielojeda@gmail.com
Aldo Enrici, Mirtha Sánchez, Muriel Ojeda, Gloria Villar, Facundo Colino, Marcela Triviño y Nayla Romero
APUNTES PARA UNA HERMENÉUTICA TANÁTICA…
202
Maria Gloria Villar
Terapista Ocupacional- Profesora UNPA_UARG en la Tecnicatura Universitaria en
Acompañamiento Terapeutico-Investigadora- Posgrado Salud Social y Comunitaria.Trabajo
en diferentes campos de la Salud. Estimulacion Temprana, Rehabilitación, Salud Mental,
Programas Nacionales comunitarios- Actriz . gvillar@uarg.unpa.edu.ar
Marcela Triviño
Licenciada en Enfermería. Docente Investigadora y Extensionista de la UNPA-UARG.
Integrante de la Investigación “Transitar de la Pandemia a la postpandemia, desafíos y
posibilidades de los nuevos escenarios en la salud pública desde las narrativas de sus
trabajadores”. Convocatoria PISAC-COVID 2019. Resolución 2020-11-13. Integrante nodo
7 [E-mail: mtrivino@uarg.unpa.edu.ar]