música, teatro y danza de los adolescentes hoy en Jujuy?¿Incluimos la vivencia actual de los
jóvenes para abordar el arte, para construir obras? ¿La educación como incluye a los jóvenes
para pensar, hacer, gestar, gestionar nuestra ética y estética desde el arte y desde la educación?
Pensar colectivamente sobre el contenido, y la forma, replantearnos es necesario.
El presente texto aspira a cubrir un área de vacancia en la producción científica nacional y
regional. Fundamentalmente, colaborar con la recuperación y puesta en valor de una parte de
nuestro patrimonio intelectual, artístico y cultural.
Reconocimiento de la cultura juvenil y sus diversidades, repensar la cultura de los jóvenes
comparativamente a la cultura de los adolescentes de las generaciones anteriores, de manera de
producir acercamientos etarios. Reconocer el conflicto de la diversidad cultural promoviendo
valores de ciudadanía que se contrapongan a la discriminación, y exclusión (igualdad, justicia,
solidaridad, etc.) “escenarios dialógicos” identificar entre los diferentes actores de las
situaciones de malestar, conflicto y crisis presentes en el escenario escolar. Análisis de las
prácticas de los actores institucionales y de los condicionantes de las prácticas que obstaculizan
la convivencia escolar y/o plantean situaciones de violencia institucional / social o entre los
actores institucionales, reflexionar sobre las prácticas institucionales contextualizadas en el
nivel medio y según cada grupo de actores (docente, alumnos, administrativos, padres,
organizaciones de la comunidad). Recuperar las experiencias significativas de la trayectoria
institucional de los actores.
Si el mundo de los valores éticos y estéticos se presenta cada vez de manera más compleja y
lábil, cabe preguntarse: ¿Cómo están construyendo sus valores los jóvenes?, ¿Cómo construyen
y resignifican (ellos mismos y entre ellos) los valores, sus gustos, sus preferencias? ¿Qué
particularidad manifiestan los jóvenes en un contexto de cambio de estructuras sociales y fin de
los valores, cuando ellos están en plena búsqueda y selección de valores éticos y estéticos?,
¿Por qué los jóvenes quieren ejercer efectivamente ese derecho a la identidad?
Arte que ellos sienten como propio, momento en que ponen en juego prácticas y
representaciones sobre ellos mismos y sobre “el otro” (con quienes ellos bailan, actúan, hacen
música, en este caso sus pares).
Al bailar, invitamos a que nuestros cuerpos, cada célula, los huesos, la sangre, y los poros todos,
se impregnen de sentido. Tal vez es al escuchar una música que aparezca el detonante que pone
todo en movimiento, o el tono de una voz, el ritmo, un color, una imagen, una frase que abre,
el hálito de un recuerdo, poco a poco el cuerpo se tiñe de sentido y nace el baile, (aunque a
veces aparentemente estemos quietos). Luego las frases, las melodías de movimiento que se
suceden unas a otras, los acentos, los ritmos, las miradas, las manos, el torso, el espacio y crece
el baile, y nacen los estilos. El lenguaje corporal como lenguaje que no es el hegemónico. El
lenguaje verbal pierde peso, intencionalidad, no juega su validez en la capacidad de referir a
una realidad, a algo que está más allá de las palabras y los signos. Al pensar en la enseñanza de
los lenguajes artísticos en los ámbitos educativos, valorizamos y ponemos nuestra mirada tanto
en el propio proceso de aprendizaje como también en aquello que podríamos denominar