
Alfredo J. M. Carballeda
EL TERRITORIO COMO DISPOSITIVO DE INTERVENCIÓN EN LO SOCIAL
naturaleza y lo sagrado, tiene la posibilidad de generar otras perspectivas y racionalidades.
Así se hace posible una lógica que se aproxime a la noción de “Buen Vivir” el
´SumakKawsay´, que recoge una visión del mundo centrada en el ser humano, como parte de
un entorno natural y social.
De esta forma el territorio les da un sentido diferente, cultural, colectivo a las relaciones entre
los componentes del dispositivo. Tiene la posibilidad de poner en evidencia la relación entre
práctica y discurso y generar nuevas tensiones en la relación entre saber y poder.
En definitiva, el Territorio conjuga diferentes movimientos que pueden confluir en tres
aspectos; la irrupción de Acontecimiento, el Poder y el Deseo.
La intervención en lo social, en tanto Dispositivo, tiene la posibilidad de que este se
transforme en un generador de Acontecimiento. Este, puede ser entendido como una
disrupción que altera el orden de los significados y explicaciones, recuperando caminos
abandonados o negados para comprenderlos de otra manera. Desde el Territorio, se hace más
previsible, dado que se aferra al sentido que surge de la memoria, de la identidad, de
diferentes simbolizaciones.
El acontecimiento emerge como un estallido diferencial de fuerzas, manifestándose en un
estado de cosas (Žižek, 2014, pp. 23-24). De esa forma el Acontecimiento se presenta,
aparece de manera imprevista, no del todo planificada proponiendo su propio campo
dinámico de limitación. Así, se construye como algo que emerge y constituye al ser,
relacionándolo con el estar. El Acontecimiento es un proceso que transforma y multiplica la
posibilidad de nuevas disrupciones. Es una síntesis de pasado y futuro que se conectan y
desde allí moviliza, transforma. Arrolla inesperadamente y pone en cuestión a la sucesión
aceptada o estructurada de los hechos y circunstancias que rodean una situación.
Tomando conceptos de Deleuze (1989), un Acontecimiento puede ser entendido como una
línea de fuga, que des territorializa para re territorializar nuevamente.
También, la noción de Acontecimiento surge como algo a lo que se le consagra la potencia de
un pensamiento, además de ser aquello de lo que se origina de esa potencia. Se convirtió, a
partir de las obras de Jean Paul Sartre, en una expresión común en la filosofía de la segunda
parte del siglo XX.
La finalidad de la intervención social, podría ser entendida como la producción de una nueva
forma de Acontecimiento, no como un hecho que finaliza a partir de su surgimiento, sino
como una ruptura que genera un devenir que abre más y nuevas posibilidades que antes de él
permanecían invisibles.
La intervención social es un Acontecimiento que tiene la capacidad de hacer ver, de abrir más
perspectivas, puntos de vista, planos de mirada y de escucha.
Lo territorial, facilita, tal vez, la organización de diferentes maneras de resistencia, de aquello
que logra desnaturalizar la dominación, o que conecta con saberes negados u olvidados como
una forma de disrupción, constituyéndose en Acontecimiento, en la medida que se hace
colectivo y repercute en todo el Dispositivo, de carácter tal que lo re direcciona, le hace ver
otros horizontes y posibilidades de operar.