Vinícius Bivar
LA DIPLOMACIA ALEMANA Y LAS VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS EN EL CHILE
DE PINOCHET: HISTORIA Y MEMORIA
55
LA DIPLOMACIA ALEMANA Y LAS VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS
EN EL CHILE DE PINOCHET: HISTORIA Y MEMORIA
A DIPLOMACIA ALEMÃ E AS VIOLAÇÕES DE DIREITOS HUMANOS NO CHILE
DE PINOCHET: HISTÓRIA E MEMÓRIA
GERMAN DIPLOMACY AND THE VIOLATIONS OF HUMAN RIGHTS IN
PINOCHET’S CHILE: HISTORY AND MEMORY
Vinícius Bivar
1
Freie Universität Berlin
v.bivar@fu-berlin.de
Resumen
En 2016, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Alemania estableció las bases de un proyecto
de memoria institucional, cuyo objetivo es revisitar el tratamiento dado por la diplomacia
alemana al caso del asentamiento alemán Colonia Dignidad. De este proyecto resultaron una
serie de informes que revisaron la posición del gobierno alemán sobre su corresponsabilidad
en las violaciones de derechos humanos cometidas en las instalaciones del referido
asentamiento durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). Las aportaciones del
proyecto incluyen también la creación de un archivo electrónico de historia oral con
testimonios de ex colonos, víctimas y expertos. A partir de este material, este artículo pretende
analizar cómo actuaron los diferentes actores diplomáticos de la República Federal Alemana
(RFA) ante las denuncias de violaciones de derechos humanos perpetradas en la Colonia
Dignidad. Además, reflexiona brevemente sobre la forma en que esta actuación se reflejó en
las políticas de memoria implementadas posteriormente por la Alemania Unificada.
Palabras claves: Colonia Dignidad, Derechos Humanos, Política Exterior Alemana, Augusto
Pinochet, Políticas de Memoria.
1
Doctorando en la Freie Universität Berlín, es licenciado en Historia por la Universidad de Brasilia (Brasil) y
máster en Historia, Política y Sociedad de la Europa Contemporánea por la Universidad de Columbia (EE.UU.).
Vinícius Bivar
LA DIPLOMACIA ALEMANA Y LAS VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS EN EL CHILE
DE PINOCHET: HISTORIA Y MEMORIA
56
Resumo
Em 2016, o Ministério de Relações Exteriores alemão lançou as bases para um projeto de
memória institucional que visava revisitar o tratamento dado pela diplomacia alemã ao caso
do enclave alemão Colonia Dignidad. Este projeto deu origem a uma série de relatórios que
reviram a posição do governo alemão sobre a sua corresponsabilidade pelas violações dos
direitos humanos cometidas nas instalações da Colonia durante a ditadura de Augusto
Pinochet (1973-1990). As contribuições do projeto incluem também a criação de um arquivo
eletrônico de história oral com testemunhos de antigos colonos, vítimas e peritos. Com base
neste material, este artigo pretende analisar a forma como os diferentes atores diplomáticos da
República Federal da Alemanha (RFA) operaram em sua resposta às alegações de violações
dos direitos humanos perpetradas na Colonia Dignidad. O artigo também reflete brevemente
sobre como essa ação se refletiu nas políticas de memória implementadas posteriormente pela
Alemanha unificada.
Palavras-chave: Colonia Dignidad, Direitos Humanos, Política Externa Alemã, Augusto
Pinochet, Políticas de Memória.
Abstract
In 2016, the German Foreign Office laid the foundations for an institutional memory project
aimed at reviewing how German diplomacy treated the case of the German settlement
Colonia Dignidad. This project led to the production of a series of reports that reviewed the
German government's position on its co-responsibility for the human rights violations
committed on the colony's premises during the dictatorship of Augusto Pinochet (1973-1990).
The project's contributions also include the creation of an electronic oral history archive with
testimonies from former settlers, victims and experts. Using this material, this article aims to
analyze the response of the various diplomatic actors of the Federal Republic of Germany
(FRG) to the human rights violations perpetrated in Colonia Dignidad. It also briefly reflects
on how their response influenced the memory policies subsequently implemented by reunified
Germany.
Keywords: Colonia Dignidad, Human Rights, German Foreign Policy, Augusto Pinochet,
Politics of Memory.
Vinícius Bivar
LA DIPLOMACIA ALEMANA Y LAS VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS EN EL CHILE
DE PINOCHET: HISTORIA Y MEMORIA
57
Introducción
En el año 2016, Frank-Walter Steinmeier, ministro de relaciones exteriores de Alemania,
profirió un discurso en el que habló de cómo la diplomacia alemana abordó las violaciones de
los derechos humanos en Chile durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). El
discurso se centró en el caso de "Colonia Dignidad", una comunidad de colonos alemanes en
Chile dirigida por el ciudadano alemán Paul Schäfer y conocida por colaborar con el aparato
represivo de la dictadura chilena. Según el ministro alemán:
el tema de Colonia Dignidad no constituye una página honrosa de la
historia del Ministerio de Relaciones Exteriores. Durante muchos
años, (…) los diplomáticos alemanes a lo sumo apartaron la vista el
caso es que definitivamente hicieron demasiado poco por defender a
sus compatriotas de esta colonia. También más tarde cuando
Colonia Dignidad se había disuelto y las personas ya no tenían que
soportar el martirio diario al Ministerio le faltó la determinación y
la transparencia necesarias para identificar su responsabilidad y
tener aprendizajes a raíz de esto.‖ (Steinmeier, 2016)
El discurso de Steinmeier es parte de un esfuerzo emprendido por el Ministerio de Relaciones
Exteriores Alemán (AA) en las últimas décadas con objetivo de revisitar controversias del
pasado de la institución. Entre sus resultados emblemáticos de destaca la publicación en 2010
del informe Das Amt und die Vergangenheit(El Ministério y el Pasado). Este resultado se
basó en la investigación realizada por destacados historiadores sobre el papel del AA en las
atrocidades del Tercer Reich.
El discurso de Steinmeier en 2016 marcó un hito importante en las políticas de memoria de
Alemania. Fue la primera vez que el gobierno alemán se dedicó a reflexionar sobre la
complicidad de una de sus instituciones en violaciones de derechos humanos en América
Latina. A partir de este proyecto, que comenzó oficialmente en 2018, se desarrolló una
política de reparación y memoria que incluye asistencia financiera y apoyo psicológico a las
víctimas de la Colonia Dignidad. Además, se financió la creación de un archivo de historia
oral que contiene testimonios de colonos, víctimas y expertos. Estos testimonios se centran en
las actividades de la Colonia, su colaboración con el régimen de Pinochet y sus relaciones con
la embajada alemana en Chile.
Este artículo utiliza como fuentes principales los informes preliminares del proyecto alemán y
los testimonios recopilados por el proyecto de historia oral.
2
Su objetivo es analizar la
respuesta del servicio diplomático de la República Federal de Alemania a las denuncias de
violaciones de derechos humanos en la Colonia Dignidad. A partir de este análisis, el texto
reflexiona sobre cómo las posiciones adoptadas en ese momento influyeron en los esfuerzos
2
En conformidad con la normativa alemana sobre privacidad de datos, las citas de los testimonios extraídos del
archivo de historia oral incluirán únicamente la primera letra del apellido de los entrevistados.
Vinícius Bivar
LA DIPLOMACIA ALEMANA Y LAS VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS EN EL CHILE
DE PINOCHET: HISTORIA Y MEMORIA
58
posteriores de Alemania unificada para desarrollar una política de memoria sobre el caso de la
Colonia Dignidad.
El ascenso de Pinochet y las relaciones chileno-alemanas
El golpe de estado que llevó al poder a la junta militar tuvo efectos diferentes en las relaciones
de Chile con las dos Alemanias. En ese momento, ambas Alemanias ya tenían sus fronteras
consolidadas después de la construcción del Muro de Berlín. La República Democrática
(RDA), que acababa de ser admitida en las Naciones Unidas, condenó rápidamente el golpe
contra el presidente socialista Salvador Allende y anunció la ruptura de relaciones
diplomáticas con Santiago (Krämer, 2004: 814). Por otro lado, los líderes partidarios de
Alemania Federal (RFA) expresaron su consternación por la muerte de Allende, pero se
mostraron receptivos a su deposición en favor de un gobierno militar, solución se consideraba
'apolítica y de corto plazo' (Dufner, 2013: 544; Hofmeinster, 2004: 23). Sin embargo, los
discursos basados en los alineamientos de la Guerra Fría ocultaban una dinámica más
compleja en las relaciones chileno-alemanas después del 11 de septiembre de 1973.
A pesar de la ruptura de relaciones diplomáticas con Chile, la RDA mantuvo relaciones
comerciales con la dictadura chilena. Estas relaciones comerciales alcanzaron su punto más
alto precisamente en los años 1973, 1974 y 1975, periodo marcado por la severidad de la
represión de los opositores políticos del gimen. (Dufner, 2013: 541). Mientras tanto, en la
RFA, aumentaba la presión de la prensa y la opinión pública para investigar las acusaciones
de violaciones de derechos humanos por parte del gobierno militar en Chile.
La concesión de asilo a los buscaban escapar a la represión del régimen chileno también se
convirtió en temática central de la política exterior de ambas Alemanias en relación con Chile.
En el caso de RDA, la recepción de asilados se basó en el discurso de solidaridad obrera
internacional. Cerca de 2000 chilenos huyeron a la RDA para escapar de la represión, muchos
de ellos miembros del movimiento obrero vinculados a la Unidad Popular. El flujo de asilados
chilenos resultó útil al gobierno de Berlin oriental. La creciente popularidad de los temas
relacionados con la persecución política y la represión en Chile se convirtió en una
herramienta de propaganda del gimen. Este incorporó el caso chileno en su discurso de
'superioridad moral' del bloque socialista frente a las potencias capitalistas (Maurin, 2005:
374). Incluso los discursos del Politbüro en torno de la figura de Allende experimentaron un
cambio significativo en este periodo. Contrastando con su posición anterior a 1973, que
caracterizaba el líder chileno como un populista y ―seguidor de un socialismo eclético,‖ el
régimen de la RDA pasó a presentar Allende tras el golpe militar como un héroe y mártir de la
causa de los trabajadores (Dufner, 2013: 528).
En la Alemania Federal, el debate sobre la concesión de asilo político a los opositores del
régimen chileno se caracterizó por el dilema entre la actitud favorable al golpe y el creciente
movimiento de solidaridad popular en respuesta a los informes de violaciones de derechos
humanos provenientes de Chile. En la primera semana después de que los militares tomaran el
poder en Chile, la embajada alemana en Santiago recibió cerca de 200 alemanes y más de cien
chilenos que buscaban refugio en la RFA. Todavía, estos fueron direccionados a embajadas de
países latinoamericanos bajo la justificación de que el sistema de asilo diplomático practicado
Vinícius Bivar
LA DIPLOMACIA ALEMANA Y LAS VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS EN EL CHILE
DE PINOCHET: HISTORIA Y MEMORIA
59
en Latinoamérica no era reconocido globalmente, incluso en Alemania (Waske, 2013). En ese
momento, el embajador alemán, Kurt Luedde-Neurath, se mostraba sensibilizado por las
peticiones de los perseguidos políticos en Chile. En una carta dirigida al político
socialdemócrata Hans Matthöfer, Luedde-Neurath expresó su preocupación por las víctimas
de la represión en Chile y destacó el apoyo limitado ofrecido por el gobierno federal alemán
(Luedde-Neurath, 1973). Sin embrago, las instrucciones que recibe del AA son claras: Se
ruega a la Embajada que, de conformidad con instrucciones anteriores, no conceda asilo y
sólo conceda refugio temporal en los casos en que exista un peligro inmediato para la vida.
(apud Waske, 2013).
Inicialmente, la junta militar adoptó una posición más tolerante ante al tema del asilo de
opositores en el exterior. En octubre de 1973, el régimen chileno anunció que las embajadas
estaban autorizadas para acoger residentes en Chile interesados en irse del país. Con todo, el
gobierno alemán siguió reticente a dar cabida a quienes buscaban su embajada. Bonn justificó
esta precaución argumentando la posible implicación de los solicitantes de asilo en
movimientos guerrilleros y crímenes de naturaleza política (Genscher apud Waske, 2013).
Como resultado, no fue sino hasta finales de octubre que la RFA autorizó a su embajada en
Chile a otorgar asilo a un grupo de 100 chilenos. A principios de noviembre, una comisión
compuesta por un funcionario de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución y un
representante de la Oficina Federal de Trabajo fue enviada por Bonn a Chile. Su objetivo era
evaluar la aptitud laboral y el historial político de las personas interesadas en buscar asilo en
Alemania (Waske, 2013). Tras el establecimiento de esta comisión, el gobierno de la RFA
acordó ampliar el número de autorizaciones de asilo que se podrían conceder en Chile a 1000.
Todavía, el 10 de diciembre, el gobierno militar chileno revisó su posición. A partir de ese día,
individuos asilados en embajadas ya no tendrían salvoconducto para dejar el país. Hasta aquel
momento, sólo 150 chilenos habían encontrado refugio en la embajada alemana. A efectos
comparativos, las embajadas de otras naciones europeas como Francia, Finlandia y Bélgica
habían alcanzado cifra similar con más de dos semanas de antelación (Camacho, 2006: 24).
Según datos alemanes, cerca de 750 chilenos lograron emigrar a la RFA hasta el verano de
1974 (Waske, 2013). Aunque contrariado, el régimen de Pinochet adoptó una postura
permisiva ante las iniciativas alemanas de acogida de refugiados. La dictadura de Pinochet no
solo autorizó que ciudadanos alemanes dejaran el país, sino que también permitió a
ciudadanos de otras nacionalidades que buscaron refugio en la Embajada de Alemania a viajar
al extranjero para solicitar asilo.
El gobierno de la RFA, a su vez, optó por una política de apaciguamiento. En este sentido, los
gobiernos de los cancilleres Willy Brandt y, especialmente, Helmut Schmidt se beneficiaron
de la asimetría en las relaciones chileno-alemanas. Esta asimetría se acentuó aún más debido
al creciente aislamiento internacional de Chile a partir de la segunda mitad de la década de
1970. Como resultado, el gobierno de Alemania Federal pudo distanciarse gradualmente del
gobierno de Pinochet sin que ello condujera a una ruptura de relaciones. El objetivo
manifiesto de Alemania Federal era preservar sus intereses en Chile, especialmente en lo que
se refiere a la reestructuración de la deuda externa del país. Al mismo tiempo, buscaba evitar
Vinícius Bivar
LA DIPLOMACIA ALEMANA Y LAS VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS EN EL CHILE
DE PINOCHET: HISTORIA Y MEMORIA
60
una radicalización aún más profunda del proyecto autoritario chileno, manteniendo un canal
de diálogo con Santiago. (Dufner, 2022: 181-182).
El esfuerzo de reducir el compromiso con la dictadura de Pinochet se manifestó de manera
particular en dos áreas: el comercio de armas y en la concesión de crédito por parte de la RFA
destinados a promover políticas de desarrollo en Chile. Tras el golpe de Estado, Chile pasó a
ser considerado una ―región de tensión‖ por el gobierno de RFA, lo que implicó la
interrupción de la exportación de armas al país, al menos hasta 1978 (Dufner, 2022: 182). En
el ámbito de la cooperación para el desarrollo, se restringieron los créditos alemanes para la
financiación de proyectos en Chile. Estos créditos se limitaron a aquellos acordados
previamente al derrocamiento de Allende. La RFA no proporcionó nuevas líneas de crédito
para el desarrollo a Chile hasta el fin de la dictadura (Dufner, 2022: 181). En otras palabras,
en los ámbitos de la cooperación y el comercio prevaleció una postura más crítica con
respecto a las relaciones entre la Alemania Federal y Chile.
Sin embargo, correspondió al Ministerio de Relaciones Exteriores actuar como
contemporizador en el marco de la estrategia de apaciguamiento de la RFA hacia Chile. Como
señala el historiador Georg Dufner (2022: 181), el AA actuó para mitigar el impacto de las
fuertes críticas a la dictadura chilena procedentes de sectores de la izquierda de Alemania
Occidental. En sus contactos con el régimen chileno, el AA buscó mantener una atmósfera de
normalidad en las relaciones entre ambos países. Incluso, la RFA se abstuvo de adoptar una
postura más contundente frente a las prácticas autoritarias y violaciones de derechos
humanos, evitando intervenir más allá de situaciones que involucraran directamente a su
representación diplomática o los intereses de sus ciudadanos en Chile (M., 2019).
A pesar de mantener relaciones relativamente amistosas, hubo un esfuerzo por parte del
gobierno de RFA en no hacer públicos los contactos entre las cúpulas de los gobiernos de
Bonn y Santiago. Había una preocupación de que las iniciativas de apaciguamiento del
gobierno de Alemania Occidental fueran interpretadas por la opinión pública como una señal
de apoyo al régimen de Pinochet. Sin embargo, estas medidas generaron descontento entre los
diplomáticos encargados de las relaciones con Chile. Ellos consideraban que las relaciones
con el país sudamericano se encontraban en "niveles excesivamente restringidos". Según la
opinión de los diplomáticos, la mejora en el ambiente interno permitiría un relajamiento de la
postura restrictiva adoptada por la RFA. Esto sería especialmente en los campos de la
economía y la cooperación para el desarrollo, áreas que podrían utilizarse como instrumentos
para apoyar a las fuerzas de oposición al régimen (Dufner, 2022: 184).
En la segunda mitad de la década de 1970, en respuesta a la creciente presión internacional
sobre Chile, se inició un proceso de distanciamiento en las relaciones entre Chile y la RFA.
Esto siguió a la amplia divulgación de informes realizados por exiliados chilenos sobre las
violaciones de derechos humanos perpetradas por la dictadura. En ese momento, la
conmoción provocada por los testimonios de las víctimas y la firme condena por parte de la
opinión pública hacia el régimen de Pinochet convirtieron a la dictadura chilena en un tema
que trascendía el debate sobre política exterior.
Vinícius Bivar
LA DIPLOMACIA ALEMANA Y LAS VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS EN EL CHILE
DE PINOCHET: HISTORIA Y MEMORIA
61
La controversia generada por la visita del líder bávaro Franz-Josef Strauss a Chile en 1977
sirve como ejemplo de la relevancia del tema en el debate público alemán. Su acercamiento a
Pinochet y palabras de apoyo al golpe fueron objeto de críticas contundentes, sobre todo
provenientes de la coalición gubernamental liderada por el canciller socialdemócrata Helmut
Schmidt y conformada por los liberales (FDP) (Hofmeister, 2004: 870; Santoni y Morales,
2018: 257). Incluso dentro del movimiento demócrata cristiano, al cual pertenecía Strauss, sus
manifestaciones simpáticas al gobierno de Pinochet fueron objeto de críticas. Su opositor en
la disputa por la candidatura democristiana al cargo de canciller federal, Helmut Kohl,
manifestó públicamente su descontentamiento. Lo hizo con la asociación del líder bávaro al
régimen acusado de reprimir a los líderes del Partido Demócrata Cristiano (PDC) en Chile
(Santoni y Morales, 2018: 255). En los años subsiguientes, la cuestión de los derechos
humanos se volvió cada vez más prominente en los discursos de los líderes políticos alemanes
en relación con el tema chileno. Incluso Kohl, quien prometía un giro conservador en caso
llegara al cargo de Canciller Federal, incorporó la defensa de los derechos humanos en su
discurso acerca de Chile. Esto frustró las expectativas de los diplomáticos chilenos que
esperaban una postura más amistosa por parte del gobierno democristiano hacia el régimen de
Pinochet.
Por fin, el deterioro de la situación socioeconómica experimentada en Chile en la década de
1980 debilitó aún más la posición de la dictadura chilena ante los liderazgos políticos de la
RFA. En el encuentro con el embajador chileno, el diputado democristiano Karl Lamers
resumió la posición del gobierno al argumentar que "si bien entendían las razones que habían
conducido al golpe, estimaban que la Junta militar había fracasado en sus objetivos políticos
y socio-económicos; era necesario ahora encontrar el camino hacia el restablecimiento de
instituciones democráticas." (Santoni y Morales, 2018: 263). A pesar del tono más crítico, el
gobierno de Kohl continuó observando las directrices de la política de apaciguamiento
iniciada por sus predecesores y buscó evitar una ruptura de relaciones con el régimen chileno.
En los años que antecedieron el fin de la dictadura, el gobierno de Bonn buscó reforzar su
cooperación con instituciones políticas de oposición y organizaciones de la sociedad civil
dedicadas a la promoción de la democracia. De esta manera, el gobierno de la RFA buscó de
esta manera fomentar el restablecimiento ordenado de la democracia en Chile con el fin de
preservar sus intereses y evitar significativas rupturas institucionales.
Colonia Dignidad como herramienta de la represión en Chile
A los efectos de este artículo, no se hace necesario una larga retrospectiva acerca de la
relación de la Colonia Dignidad con la dictadura chilena. Desde los juicios llevados a cabo a
mediados de la década de 2000 en Chile y la posterior publificación de sus archivos, la
colaboración de la Colonia con el régimen de Pinochet y las consiguientes violaciones de los
derechos humanos practicadas dentro de sus instalaciones fueron temas de interés en
numerosos estudios académicos, documentales y películas. No obstante, es pertinente
contextualizar brevemente los orígenes de las violaciones de derechos humanos en la Colonia
Vinícius Bivar
LA DIPLOMACIA ALEMANA Y LAS VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS EN EL CHILE
DE PINOCHET: HISTORIA Y MEMORIA
62
Dignidad, y el papel desempeñado por sus lideres en el aparato represivo de la dictadura
chilena.
El historial de la Colonia en cuanto a violaciones de derechos humanos precede al ascenso al
poder de la junta militar en Chile. Las primeras acusaciones de abusos sexuales, tratamientos
médicos forzados y privación de libertad surgieron ya en los años sesenta, denunciadas por
Wolfgang Müller, joven que logró escapar de la Colonia en 1966 (Maier, 2008: 1). Su líder, el
alemán Paul Schäfer, había emigrado a Chile pocos años antes, en 1961, escapando de la
justicia alemana, que lo acusaba de haber abusado sexualmente a dos niños. Luego que llegó a
Chile, Schäfer recibió permiso del gobierno local para la creación en las cercanías de la
ciudad de Parral, al sur de la capital, Santiago, de la Sociedad Benefactora y Educacional
Dignidad. Esta entidad administrativa fue responsable por la Colonia Dignidad hasta 1991.
Desde los primeros años de la dictadura, Schäfer cultivó relaciones estrechas con el régimen,
beneficiándose de su cercanía al coronel Manuel Contreras, jefe de la Dirección de
Inteligencia Nacional (DINA). Contreras actuó como mediador entre Schäfer y el gobierno
militar y fue la figura encargada de presentar la Colonia a Pinochet. A partir de estos
contactos, se forjó una relación entre Schäfer y la dictadura chilena en la que se acordó la
utilización de la Colonia Dignidad como parte de una red de instalaciones no oficiales para
detención e interrogatorio de prisioneros políticos. Además, se acordó que una casa de
propiedad de la Colonia en la ciudad de Parral fuera convertida en centro de operaciones de la
Brigada de Inteligencia Regional Sur (BIR Sur), unidad de operaciones de la DINA para la
región. Como contrapartida, el régimen se comprometió a garantizar la estabilidad
administrativa de la Colonia proporcionando a Schäfer suministros, en particular armas, y
asistencia financiera.
De acuerdo con testimonios de víctimas, la Colonia Dignidad se empleó para detención y
tortura de prisioneros políticos al menos desde 1974. En ocasiones, los opositores al régimen
chileno eran llevados a la Colonia Dignidad justo después de ser detenidos, mientras que, en
otros casos, eran trasladados desde centros de detención en regiones cercanas, como la región
de Biobío y la capital, Santiago. Según el informe de la Comisión Nacional sobre Prisión
Política y Tortura de Chile, en la Colonia Dignidad existían instalaciones específicamente
diseñadas para la tortura. Estas instalaciones incluían: pequeñas celdas a prueba de ruidos,
herméticamente cerradas.‖ (Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura, 2005: 351).
En estas celdas se llevaban a cabo los interrogatorios durante los cuales las víctimas eran
sometidas a golpizas, aplicación de electricidad, violación sexual y otras formas de tortura
comúnmente utilizadas por el aparato represivo de la dictadura chilena.
Estos interrogatorios bajo tortura continuaron realizándose en las instalaciones de la Colonia,
alejados de la atención pública, hasta 1976. En ese año, la comisión especial de las Naciones
Unidas encargada de investigar las violaciones de derechos humanos en Chile publicó un
informe basado en los testimonios de opositores exiliados, en el que se mencionaba a la
Colonia Dignidad. Sin embargo, fue al año siguiente que las violaciones de los derechos
humanos perpetradas en las instalaciones de la Colonia recibieron una amplia atención,
resultado de la publicación del folleto Colonia Dignidad Deutsches Mustergut in Chile
Vinícius Bivar
LA DIPLOMACIA ALEMANA Y LAS VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS EN EL CHILE
DE PINOCHET: HISTORIA Y MEMORIA
63
ein Folterlager der DINA‖ por la oficina de Amnistía Internacional en Alemania Federal. Este
informe, el cual se basó en testimonios de víctimas que habían logrado exiliarse, ofrecía una
descripción más detallada de la colaboración de la Colonia con la dictadura chilena, las
actividades de la DINA en sus instalaciones y los actos de tortura sufridos por las víctimas
(Karwelat, 1977; M., 2019).
La repercusión que tuvo el informe de Amnistía Internacional ilustra la importancia que
tuvieron la prensa extranjera y los organismos internacionales en la difusión de información
sobre los crímenes cometidos en la Colonia Dignidad. A diferencia de la capacidad de censura
y control que ejercía sobre la prensa chilena, el régimen de Pinochet tenía limitada su
capacidad para silencias las denuncias que surgían en el extranjero. Además, en ese momento,
la dictadura chilena ya no contaba con el respaldo internacional que tuviera en su origen.
Incluso Estados Unidos, cuya participación en el golpe de Estado y su apoyo a la dictadura
chilena son ahora ampliamente documentados, había cambiado significativamente su política
exterior. El asesinato del exministro Orlando Letelier en un atentado con bomba en
Washington comprometió la cooperación entre las agencias gubernamentales de EE. UU. y la
dictadura chilena. Además, bajo la presidencia de Jimmy Carter, los derechos humanos se
convirtieron en un tema central de la agenda internacional estadounidense, consolidando el
distanciamiento entre Washington y el gobierno de Pinochet.
Ante escrutinio de la comunidad internacional, los líderes de la Colonia buscaron la vía
judicial para mitigar el daño a su reputación causado por la publicación de Amnistía
Internacional. Schäfer y sus colaboradores movilizaron las autoridades chilenas, incluyendo el
Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, en su esfuerzo por desacreditar las denuncias
hechas públicas en Alemania por la Amnistía Internacional. Sin embargo, se encontraron con
obstáculos significativos en sus iniciativas.
Para responder rápidamente a la situación, los representantes de la Colonia Dignidad en
Alemania se acercaron al abogado Fritz Steinacker, conocido por haber defendido al médico
nazi Josef Mengele. No obstante, las negociaciones no avanzaron, en parte debido al temor de
la Colonia de ser asociada con individuos vinculados al régimen nazi y defendidos
anteriormente por Steinacker (M., 2019). Otras dos firmas a las que recorrieron tampoco
manifestaron interés en asumir el caso, lo que reflejó de la escasa credibilidad que tenía la
Colonia ante a la opinión pública alemana. El proceso legal se extendió a lo largo de un
período total de 20 años y resultó ser un reto para el objetivo de la Colonia de preservar su
imagen. Con el tiempo, especialmente tras la restauración de la democracia en Chile,
surgieron nuevas pruebas incriminatorias contra la secta de Schäfer. Estas nuevas evidencias
condujeron a demandas presentadas en los tribunales chilenos en contra la Colonia Dignidad
por su complicidad en las violaciones de derechos humanos ocurridas durante la dictadura de
Pinochet.
Dada la creciente presión internacional y la necesidad del régimen de ocultar las violaciones
de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad cometidos por la DINA, el gobierno de
Pinochet intensificó sus esfuerzos de ocultación y destrucción de pruebas a partir de 1978.
Vinícius Bivar
LA DIPLOMACIA ALEMANA Y LAS VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS EN EL CHILE
DE PINOCHET: HISTORIA Y MEMORIA
64
Entre las iniciativas llevadas a cabo en aquel momento se destaca la exhumación e
incineración de cuerpos de opositores asesinados, operación conocida como "Retiro de
Televisores."
La Colonia Dignidad también participó en esta operación. Testigos han señalado que grupos
de colonos, bajo la dirección de Schäfer, colaboraron con el ejercito chileno en la exhumación
e incineración de los cuerpos de opositores al régimen. Estos cuerpos habían sido enterrados
en fosas comunes dentro del perímetro de la Colonia (C., 2021).
A partir de ese período, evidencias sobre los detalles de la implicación de Colonia Dignidad
con el aparato represivo del régimen de Pinochet son más escasas. Sin embargo, el material de
inteligencia, que fue producido por orden de Schäfer y recopilado por autoridades chilenas,
indica que la colaboración con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), organismo sucesor
de la DINA, continuó a lo largo de la década de 1980.
Los testimonios en el caso del ciudadano estadounidense desaparecido, Boris Weisfeiler
también señalan el uso de Colonia Dignidad como un centro de detención y ejecución al
menos hasta 1985. En resumen, Colonia Dignidad fue utilizada sistemáticamente durante una
parte importante del período de la dictadura en Chile. A pesar de los esfuerzos de
investigación en Chile y Alemania, aún es posible que la disponibilidad de nuevos
documentos y testimonios revele más aspectos de la colaboración entre la secta de Schäfer y
el régimen de Pinochet.
La Embajada ante las denuncias contra Colonia Dignidad
Desde el establecimiento de la Colonia Dignidad en la década de 1960, la postura del AA se
caracterizó por evitar involucrarse en asuntos relacionados con Schäfer y su séquito. En el
primer intento de fuga de Wolfgang Müller en 1963, la embajada alemana en Santiago trató el
tema como una cuestión privada. En ese momento, Müller denunció a los malos tratos, abusos
sexuales, y privación de libertad practicados en el asentamiento alemán (Maier, 2008: 1). Sin
embargo, la embajada optó por no interceder, lo que culminó en el regreso de Müller a la
Colonia. En su segunda fuga en 1966, la embajada prestó asistencia a Müller, lo que le
permitió regresar a Alemania. A pesar de esto, siguiendo las instrucciones del AA, se trató el
asunto con discreción para evitar que las denuncias afectaran la reputación internacional de la
RFA. El AA transmitió esa preocupación en un telegrama en el que solicitaba a la embajada
en Santiago ponerse cuanto antes en condiciones de contrarrestar las alegaciones
derivadas de la repercusión en la prensa internacional del caso de Müller (Maier, 2008: 1).
Con la llegada al poder de la junta militar en Chile, la postura de la diplomacia de Alemania
Federal ante la Colonia se mantuvo en gran medida inalterada. Además de la preocupación de
que la RFA fuera asociada con las violaciones de derechos humanos cometidas por el grupo
de Schäfer, la cercanía entre la Colonia y el régimen chileno aumentó el potencial costo
diplomático de una actuación más incisiva para esclarecer las denuncias que llegaban a la
embajada. Es posible afirmar que al menos desde marzo de 1974, la embajada alemana tenía
Vinícius Bivar
LA DIPLOMACIA ALEMANA Y LAS VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS EN EL CHILE
DE PINOCHET: HISTORIA Y MEMORIA
65
conocimiento sobre el uso de las instalaciones de la Colonia Dignidad por parte del aparato
represivo de la dictadura chilena. En esa ocasión, el líder socialista Carlos Lorca se reunió en
privado con el embajador Luedde-Neurath, y compartió información sobre la colaboración
entre la Colonia y la DINA, así como relatos de prisioneros políticos que se reportaba habían
sido trasladados hasta el asentamiento alemán. El embajador se comprometió a informar a sus
superiores sobre las denuncias presentadas por Lorca. Sin embargo, no hay evidencia en los
documentos disponibles en los archivos diplomáticos alemanes de que el embajador haya
efectuado tal comunicación.
No obstante, en noviembre del mismo año, la embajada designó a su representante para
asuntos legales y consulares, Klaus Platz, para que visitara la Colonia. En su informe sobre la
visita, Platz corroboró la información previamente proporcionada por Lorca acerca de la
estrecha relación que mantenían los líderes de la Colonia y la DINA. El expresó sorpresa ante
la sofisticada infraestructura de comunicaciones con la que contaba la Colonia. Sin embargo,
el diplomático se abstuvo de hacer comentarios más detallados sobre la naturaleza de la
colaboración entre la Colonia y el régimen chileno (Stehle, 2021: 498).
Su interlocutor durante la visita fue Hermann Schmidt, miembro de alto cargo y uno de los
fundadores de la Colonia juntamente con Schäfer. Platz recibió de manos de Schmidt un
extenso dossier que detallaba las actividades realizadas, además de refutar las acusaciones
previas contra la Colonia. Preguntado sobre Schäfer, Schmidt afirmó al representante de la
embajada que el líder de la Colonia había abandonado la comunidad hace mucho tiempo
debido a sus antecedentes penales. El historiador Jan Stehle (2021: 498), todavía, especula
que Schäfer posiblemente estaba presente en la reunión bajo el seudónimo de Schneider.
En las conclusiones de su informe, Platz muestra conciencia de que Schmidt no le estaba
presentando el panorama completo. Según el diplomático alemán, mucho sobre la Colonia
Dignidad aún sigue siendo opacoy, aunque las acusaciones previas contra la colonia eran
al menos parcialmente injustificadas,‖ no se podía excluir la posibilidad de que miembros de
la Colonia hubieran cometido delitos criminales (Platz apud Stehle, 2021: 499). Esta postura
crítica contrasta, todavía, con otra más positiva, presentada en el informe de Platz. De acuerdo
con el representante de la embajada, las actividades de la Colonia consistían en un ―valioso
trabajo humanitario por la población rural de los alrededores.‖ (Platz apud Stehle, 2021, 499).
Como señala Stehle (2021: 499), el informe de Platz reproduce la ambivalencia que marcaba
la posición de la diplomacia de la RFA hacia la Colonia Dignidad desde la década de 1960.
Por un lado, frente a las denuncias sistemáticas, se admitía la posibilidad de que la Colonia
estuviera involucrada en la comisión de delitos. Por otro lado, ante la falta de evidencias
concluyentes, los diplomáticos sostenían la creencia en la fachada de respetabilidad
presentada por los líderes de la Colonia durante sus interacciones.
A partir de 1976, se observa un cambio en la retórica de la embajada hacia la Colonia y sus
líderes. Este cambio coincidió con el nombramiento del nuevo Embajador de la República
Federal de Alemania en Chile, Erich Strätling. Strätling, un conservador fervoroso, mostraba
una aparente simpatía por los ideales representados por la Colonia, a la que describía como
Vinícius Bivar
LA DIPLOMACIA ALEMANA Y LAS VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS EN EL CHILE
DE PINOCHET: HISTORIA Y MEMORIA
66
una comunidad de “alemanes muy trabajadores (K., 2019). Durante su mandato como
embajador, Strätling se convirtió en un defensor activo de la Colonia frente a la creciente
presión internacional generada por la divulgación de informes de la ONU y Amnistía
Internacional. Como en otras ocasiones, el AA instruyó a su embajador a investigar la posible
veracidad de las acusaciones y reportar su evaluación a Bonn.
Strätling visitó la Colonia en dos ocasiones. En su primera visita, en 1976, sobrevoló las
instalaciones del asentamiento alemán y reportó no encontrar ningún indicio de una
“instalación secreta de tortura‖(K. 2019; Stehle, 2021, 505). Al año siguiente, después de la
publicación del informe de Amnistía Internacional, Strätling regresó a la Colonia y pasó
algunos días allí. Sin embargo, su conclusión fue similar, al afirmar que no había evidencia de
prácticas de tortura ni de la presencia de prisioneros políticos en las instalaciones de la
Colonia. En un intento por contrarrestar las denuncias, Strätling incluso recomendó al AA que
emitiera una declaración pública de apoyo a la Colonia Dignidad, propuesta que fue
rechazada por el ministerio alemán (K. 2019).
El análisis de las directrices del AA a la embajada en los años 1970 muestra que hubo una
consistencia en la posición del ministerio frente a las denuncias contra la Colonia Dignidad.
En los momentos en que las violaciones de derechos humanos cometidas por la Colonia
recibieron una mayor atención mediática, el AA mostró preocupación por mantenerse
informado sobre posibles evidencias que sugirieran la comisión de crímenes por parte de
miembros del asentamiento alemán. No obstante, en línea con los principios de su diplomacia
de apaciguamiento hacia el régimen chileno y con el objetivo de evitar la asociación entre la
Colonia y el gobierno de Bonn, prevaleció la orientación de que la embajada debía actuar con
discreción y mantener la equidistancia ante las posiciones de la Colonia y sus críticos.
En contrapartida, la actitud cordial de Strätling hacia la Colonia parece marcar un cambio con
respecto a lo que habían hecho sus predecesores. Si comparamos sus declaraciones con los
informes de Klaus Platz, se identifica que Strätling mostró una adhesión acrítica a la narrativa
presentada por la Colonia Dignidad. Esto lo llevó a evitar cualquier mención de la posibilidad
de que se estuvieran cometiendo violaciones de derechos humanos en la Colonia. En un
momento en que Schäfer y su entorno estaban bajo el escrutinio de la prensa y de organismos
internacionales, las declaraciones de Strätling contribuyeron, aunque de manera puntual, para
conferir legitimidad a la narrativa de la Colonia y preservar su reputación.
Sin embargo, el apoyo de Strätling a la Colonia se basó principalmente en mantener los
procesos preexistentes de la embajada que favorecían el control de Schäfer sobre los colonos.
La emisión colectiva de pasaportes y certificados de vida, documentos necesarios a los
colonos para que siguieran recibiendo sus pensiones, continuó teniendo lugar sin necesidad de
que el solicitante estuviera presente (M., 2019; Stehle, 2021: 513). Esto limitaba el contacto
de los colonos con la embajada y, en consecuencia, las oportunidades para que presentaran
denuncias o buscaran ayuda para abandonar la Colonia. Además, las visitas a la Colonia
seguían estando sujetas a las condiciones impuestas por sus líderes, lo que facilitaba la
ocultación de pruebas de los crímenes cometidos allí.
Vinícius Bivar
LA DIPLOMACIA ALEMANA Y LAS VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS EN EL CHILE
DE PINOCHET: HISTORIA Y MEMORIA
67
La embajada cambió su actitud hacia la Colonia Dignidad en la segunda mitad de la década de
1980. Nuevamente, la embajada se vio sometida a un escrutinio público como resultado de
las fugas de Hugo Baar en 1984 y del matrimonio Lotti y Georg Packmor en 1985. Sin
embargo, esta fue la primera vez que las personas involucradas en la controversia habían
pertenecido al alto rango de la Colonia. Al igual que Schmidt, Baar había participado en la
fundación de la Colonia en la década de 1960 y era uno de los hombres de confianza de
Schäfer. Los Packmor ocupaban posiciones de liderazgo intermedio dentro de la Colonia. En
ambos casos, los detallados testimonios proporcionados sobre la vida en la Colonia, su
sistema de coerción y las violaciones de derechos humanos cometidas constituían evidencia
sólida del mérito de las denuncias previamente hechas contra Schäfer y su séquito. La
embajada transmitió estos testimonios al AA y a la justicia alemana, que inició una
investigación preliminar contra Schäfer por ―privación de libertad, lesiones corporales y otros
crímenes‖ (Stehle, 2021: 518).
En cuanto a cómo la embajada actuó, el AA emitió nuevas pautas que exigían la interrupción
de los privilegios previos otorgados a la Colonia, como la emisión conjunta de pasaportes.
Esto llevó a una disensión entre Schäfer y la embajada. Tras la nueva orientación, el cónsul
Dieter Haller incluso se trasladó a la Colonia con el propósito de brindar servicios consulares
in loco, bajo la condición de que los colonos los solicitaran personalmente y sin la supervisión
de los dirigentes de la Colonia. Estos negaron al cónsul el acceso tanto a las instalaciones
como a los colonos, lo que marcó el comienzo de un período de enfrentamiento entre la
Colonia y la embajada. Observadores señalan que la actitud de Haller fue el primer caso en
que un diplomático alemán se arriesgó profesionalmente al desafiar el control que Schäfer
ejercía sobre los colonos (M., 2019).
No obstante, esta modificación de orientación no se tradujo en una ruptura completa con la
diplomacia de apaciguamiento practicada por la RFA con respecto a la dictadura chilena.
Incluso frente al creciente movimiento de solidaridad y la importancia que el tema de los
derechos humanos en Chile adquirió durante la década de 1980 en la política partidaria de la
Alemania Federal, la actuación de la diplomacia alemana occidental evitó involucrarse en el
tema de la colaboración entre la Colonia Dignidad y el régimen de Pinochet. En su lugar, se
centró en los crímenes cometidos contra los colonos alemanes.
No obstante, debido a los informes de la embajada y la creciente atención mediática al caso a
partir de 1985, el subcomité de derechos humanos y ayuda humanitaria del parlamento
alemán convocó una audiencia sobre la Colonia Dignidad en 1988. En esta ocasión, se
escucharon testimonios de ex colonos que habían escapado a Alemania, así como periodistas
y miembros de Amnistía Internacional que habían investigado el caso en años anteriores.
Miembros del AA también estuvieron presentes; no obstante, los antiguos embajadores
alemanes en Chile, Erich Strätling y Hermann Holzheimer, rechazaron la invitación para
testificar por motivos personales.
Una vez más, después de la audiencia, el tema de la Colonia se convirtió en objeto de debate
en la opinión pública, lo que llevó a que las fiscalías federales y del estado de Renania del
Norte-Westfalia, donde se habían presentado denuncias contra Schäfer, tomaran interés en el
Vinícius Bivar
LA DIPLOMACIA ALEMANA Y LAS VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS EN EL CHILE
DE PINOCHET: HISTORIA Y MEMORIA
68
caso. Sin embargo, a pesar de la amplia cobertura que recibió la audiencia tanto en la RFA
como en Chile, de ella no se derivaron medidas legales o políticas adicionales (Stehle, 2021:
463).
Colonia Dignidad y las Políticas de Memoria en la Alemania Unificada
Los temas de Colonia Dignidad y la represión de la Dictadura Chilena dejaron marcas perenes
en la opinión pública alemana. Desde la caída de Pinochet, y especialmente en años recientes,
cuando se hizo público el proyecto del Ministerio de Relaciones Exteriores para preservar la
memoria de Colonia Dignidad, las violaciones de derechos humanos en el asentamiento
alemán y la implicación de instituciones estatales alemanas en el asunto siguen siendo temas
recurrentes en los medios de comunicación. Además de la atención que recibe debido a la
participación de ciudadanos alemanes en el caso, los informes y artículos sobre la dictadura
chilena en un contexto más amplio a menudo se destacan en la prensa alemana, especialmente
durante el mes de septiembre, lo cual marca el aniversario del golpe militar en Chile. Este
interés persistente posiblemente se debe a la extensa cobertura que la prensa alemana hizo de
la dictadura chilena y al impacto continuo del movimiento de solidaridad con las víctimas de
esa dictadura, incluso en las décadas de 1970 y 1980.
Sin embargo, las políticas de memoria llevadas a cabo después de la reunificación de
Alemania guardan similitudes significativas con las emprendidas por la Alemania Occidental
en el contexto de la posguerra. La atención al trauma del nacionalsocialismo sigue siendo
fundamental en la construcción de la memoria colectiva en la Alemania unificada. Esto se
refleja en el compromiso continuo del gobierno alemán con la preservación de la memoria
histórica, con una inversión significativa de recursos humanos y financieros. No obstante, a
partir de la década de 1990, se ha observado una diversificación gradual de las iniciativas
dedicadas a la construcción y preservación de la memoria relacionada con violaciones de los
derechos humanos en las que el Estado alemán estuvo involucrado, ya sea como perpetrador o
facilitador. Inmediatamente después de la caída del Muro de Berlín, se destacó la memoria de
la persecución contra los enemigos políticos llevada a cabo por el aparato represivo de la
antigua Alemania Oriental, con un enfoque particular en la actuación de su policía política, la
Stasi (Wüstenberg, 2017: 239). En las primeras décadas del siglo XXI, el recuerdo de la Stasi
siguió siendo relevante en el debate público sobre la memoria de las víctimas de violaciones
de derechos humanos en Alemania. Todavía, debido a la importancia adquirida por los
debates globales y poscoloniales en la última década, la discusión sobre la memoria de la
represión en la RDA compartió espacio con el recuerdo de temas que trascienden las fronteras
del estado alemán, entre ellos el de la Colonia Dignidad.
En 2002, se iniciaron discusiones preliminares sobre medidas de ayuda y reparación para las
víctimas del caso de la Colonia Dignidad cuando el diputado socialdemócrata Lothar Mark
presentó un proyecto de resolución ante el parlamento alemán. Dentro de las iniciativas
contempladas en la propuesta del diputado alemán se incluían la provisión de apoyo a través
de recursos humanos y tecnológicos a organizaciones chilenas dedicadas a la investigación de
Vinícius Bivar
LA DIPLOMACIA ALEMANA Y LAS VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS EN EL CHILE
DE PINOCHET: HISTORIA Y MEMORIA
69
la Colonia, así como la oferta de asistencia para la reintegración de colonos interesados en
regresar a Alemania. La propuesta recibió un amplio apoyo de los demás partidos, con la
excepción de los demócratas cristianos, que se abstuvieron. Sin embargo, la mayoría de las
medidas propuestas en el documento aprobado en 2002 no se llevaron a cabo. El impacto
principal de esta propuesta fue legitimar la asignación de fondos federales entre 2009 y 2013
para iniciativas que buscaban integrar a Villa Baviera, el nombre que recibió la Colonia
después de la redemocratización, en la vida social y económica de la región circundante
(Stehle, 2021: 463).
Sin embargo, en 2016, el tema volvió a la atención pública debido al lanzamiento de la
película "Colonia", dirigida por el cineasta alemán Florian Gallenberger (Gallenberger, 2016a;
Gallenberger, 2016b; Tagesspiegel, 2016). La película hizo que el tema de la Colonia
Dignidad retornara a la agenda del parlamento alemán. Poco después de su estreno en
Alemania, representantes del grupo parlamentario alemán para sudamérica organizó una
proyección de la película con la presencia del director, de parlamentarios de todos los partidos
políticos, activistas y organizaciones de defensa de los derechos humanos y de las victimas de
la Colonia Dignidad. En este evento, tuvo lugar el discurso de Steinmeier acerca de la
complicidad del servicio diplomático alemán con los crímenes cometidos en la Colonia.
El discurso de Steinmeier estableció una pauta que el presidente de Alemania, Joachim
Gauck, siguió meses después durante su visita a Chile. En esa ocasión, Gauck expresó su
pesar por el hecho de que "los diplomáticos alemanes no hayan tomado en serio las
violaciones de derechos humanos y los crímenes cometidos en su momento" (Forschungs- und
Dokumentationszentrum Chile-Lateinamerika, 2016). No obstante, el presidente generó
consternación entre las víctimas al eximir al estado alemán de responsabilidad en los actos de
la Colonia. Para Gauck, la responsabilidad recae exclusivamente en el estado chileno,
argumentando que "el gobierno alemán no instauró ni participó en la dictadura chilena"
(Forschungs- und Dokumentationszentrum Chile-Lateinamerika, 2016).
La revisión oficial de esta posición ocurrió en 2017 por iniciativa del parlamento, que
reconoció la corresponsabilidad de Alemania en lo ocurrido. Esto impulsó la implementación
de políticas de reparación y memoria que habían comenzado el año anterior (Deutsche
Bundestag, 2017a; Deutsche Bundestag, 2017b). Los parlamentarios propusieron, entre otras
acciones, la desclasificación parcial de los archivos alemanes, una colaboración más estrecha
entre las autoridades alemanas y chilenas en las investigaciones de los crímenes y violaciones
de derechos humanos cometidos por Schäfer y sus colaboradores. Igualmente, se
comprometieron a establecer un espacio de memoria para las víctimas y un centro de
documentación a ser instalado en las inmediaciones de la Colonia Dignidad. Además,
financiarían un archivo de historia oral dedicado a la recopilación de testimonios sobre la
estructura y el desarrollo del asentamiento alemán en los años 1970 y 1980 (Deutsche
Bundestag, 2017b). La dirección y supervisión de estas iniciativas quedaron a cargo de una
comisión mixta composta por miembros del parlamento y del gobierno federal, la cual fue
creada en 2018 y en la que también participa el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Vinícius Bivar
LA DIPLOMACIA ALEMANA Y LAS VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS EN EL CHILE
DE PINOCHET: HISTORIA Y MEMORIA
70
Desde que se estableció la comisión mixta, se han observado avances importantes en la
implementación de medidas de reparación y memoria relacionadas con Colonia Dignidad. Se
destinaron aproximadamente 3.5 millones de euros del presupuesto, de los cuales se habían
comprometido 2.5 millones hasta 2021. Estos fondos se utilizan para establecer una
infraestructura de apoyo y asistencia a las víctimas en Alemania y Chile, y son gestionados
por la Organización Internacional para las Migraciones. Además, el gobierno destinó recursos
para iniciativas chilenas de identificación de las víctimas a través del análisis de vestigios de
ADN encontrados en la Colonia. Otros avances incluyen la implementación y disponibilidad
del material recopilado por el proyecto de Historia Oral, cuyo financiamiento comenzó en
2017. Varias de estas iniciativas contaron con el apoyo y la intermediación del AA, que actuó
como facilitador del contacto entre actores alemanes y chilenos (Gemeinsamen Kommission,
2021).
Las propuestas para rememorar la Colonia Dignidad como un lugar donde se perpetraron
violaciones sistemáticas de derechos humanos aún no se han desarrollado completamente y
enfrentan la amenaza de perder relevancia en comparación con otros temas más urgentes en el
debate público. En este sentido, destaca la proposición para el establecimiento del memorial y
centro de documentación, que estaba en los planes originales de los parlamentarios alemanes
y que serviría como un lugar para investigación y memoria sobre los crímenes ocurridos en la
Colonia. En años recientes, se ha llevado a cabo una primera fase que consiste en la
colocación de placas en algunos edificios de la Colonia para recordar los crímenes cometidos
en esos lugares. Todavía, en 2022, el AA descontinuó su colaboración con el grupo de
expertos encargados de concebir el memorial. Aunque el concepto del proyecto está
completo, la actitud del ministerio y la falta de aclaraciones adicionales sobre la medida han
generado desconfianza con respecto al compromiso del AA y del gobierno alemán con la
política de memoria para esclarecer los crímenes cometidos por Schäfer y sus colaboradores
(Dreckman-Nielen, 2023).
Además de esto, es notorio que los documentos parlamentarios muestran un compromiso
limitado en el debate sobre la colaboración entre Colonia Dignidad y el aparato represivo del
régimen chileno. Aunque los documentos reconozcan la existencia de tal colaboración, el
debate carece de una reflexión más profundizada sobre el impacto de la actuación de las
instituciones estatales alemanas, en particular del servicio diplomático, en la continuidad de la
comisión de crímenes contra opositores políticos del régimen en Chile. Como en momentos
anteriores, el debate se centra, en su mayoría, en los crímenes y violaciones cometidos contra
los ex colonos de nacionalidad alemana, a menudo pasando por alto el debate sobre la
corresponsabilidad del estado alemán en los crímenes cometidos en la Colonia contra las
víctimas de otras nacionalidades. En este sentido, abrir los archivos diplomáticos de la
Colonia para el período anterior a 1986, cuando la colaboración entre la Colonia y la DINA
estaba en su punto máximo, seria de gran relevancia para la profundización del conocimiento
sobre la relación entre el servicio diplomático alemán y los líderes de la Colonia Dignidad
Vinícius Bivar
LA DIPLOMACIA ALEMANA Y LAS VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS EN EL CHILE
DE PINOCHET: HISTORIA Y MEMORIA
71
Consideraciones Finales
A pesar de los progresos recientes en las políticas de memoria del estado alemán, aún existen
importantes vacíos en nuestro entendimiento de cómo el AA y la embajada alemana
manejaron las violaciones de derechos humanos perpetradas en la Colonia Dignidad. Estas
lagunas persisten debido al acceso limitado a los archivos, especialmente los relacionados con
los años en los que la colaboración entre la Colonia y el régimen chileno fue más estrecha.
Además, parece haber poco interés por parte de las instituciones responsables de estas
políticas de memoria en profundizar el debate sobre su coresponsabilidad frente a los
crímenes cometidos por la dictadura chilena en colaboración con la Colonia.
Sin embargo, los testimonios recopilados por el proyecto de historia oral, como parte de las
políticas de memoria impulsadas por el parlamento alemán, sugieren que los diplomáticos
alemanes en Chile en ese período estaban notablemente influenciados por una diplomacia de
apaciguamiento promovida por el AA en su trato con la dictadura chilena. Siguiendo las
directrices del AA, la diplomacia alemana buscaba la preservación de la normalidad
diplomática en sus relaciones con el régimen chileno, una postura que se mantuvo desde la
llegada de la dictadura hasta, al menos, la segunda mitad de la década de 1980. A pesar de la
relativa continuidad observada en las orientaciones proporcionadas por el AA, los testimonios
sugieren que esta continuidad no se reflejó en la actuación de la embajada. En su papel como
mediadores, los diplomáticos asignados en Chile ejercieron agencia y, en ocasiones,
disfrutaron de cierta autonomía en la gestión de las relaciones entre la embajada y la Colonia,
lo que resultó en al menos 3 momentos distintos en dichas relaciones.
En un primer momento, la política de apaciguamiento representó un obstáculo para
investigaciones más amplias sobre las violaciones de derechos humanos y la recepción de
opositores al régimen que buscaban refugio en la Alemania Federal. Los informes y la
correspondencia del personal diplomático en Chile muestran que estaban preocupados por la
difícil situación de los opositores al régimen autoritario que se estaba estableciendo en ese
momento. Sin embargo, las preocupaciones planteadas por la embajada fueron desestimadas
a favor de un enfoque "pragmático" que se caracterizaba por evitar medidas que pudieran
poner en riesgo las relaciones entre Bonn y Santiago.
En un segundo momento, donde se destaca la actuación del embajador Erich Strätling, los
testimonios sugieren que la embajada tenía vínculos estrechos que algunos ven como
evidencia de complicidad en los crímenes cometidos por Schäfer, sus seguidores y agentes de
la DINA en la Colonia. La embajada adoptó una posición acrítica, asegurando de manera
contundente que no se estaban cometiendo crímenes en la Colonia, lo que en realidad
implicaba encubrir las violaciones de derechos humanos contra colonos y opositores de la
dictadura de Pinochet.
Finalmente, es posible identificar un tercer momento, ya en la década de 1980, marcado por el
inicio de la disensión en las relaciones entre la embajada y la Colonia Dignidad. Este cambio
coincide con el cambio en la postura del AA, que flexibiliza sus directrices y permite tomar
medidas para limitar los privilegios otorgados previamente a la Colonia.
Vinícius Bivar
LA DIPLOMACIA ALEMANA Y LAS VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS EN EL CHILE
DE PINOCHET: HISTORIA Y MEMORIA
72
A pesar de una actuación y discurso más críticos, en los documentos disponibles aún se
percibe un énfasis en los crímenes cometidos contra colonos de nacionalidad alemana. Esto se
hace a expensas de profundizar en cuestionamientos sobre la colaboración de los líderes de la
Colonia en la represión contra los opositores políticos del régimen de Pinochet. Aunque en
años recientes el tema se menciona de forma ocasional en discursos e informes, dicho énfasis
persiste, ahora convertido en política de memoria.
El financiamiento de proyectos académicos e iniciativas de investigación en Chile, que
comenzó en 2018, consiste en una importante contribución para llenar las lagunas que aún
existen sobre la corresponsabilidad del estado alemán frente a las violaciones de derechos
humanos practicadas en las instalaciones de la Colonia Dignidad. Sin embargo, completada la
primera fase de las propuestas del parlamento alemán, el impulso para dar continuidad a las
demás iniciativas parece reducirse. La reciente decisión de disolver el grupo de trabajo
encargado de planear el memorial y centro de documentación sugiere que la política de
memoria propuesta por el gobierno alemán podría quedarse incompleta o avanzar a un ritmo
más lento. Dadas las tumultuadas circunstancias actuales tanto a nivel internacional como
doméstico, este escenario se vuelve cada vez más probable.
Fuentes primarias
C., I.E. (2021) Entrevista cd041. Colonia Dignidad: Un archivo de historia oral chileno-
alemán. https://archiv.cdoh.net/es/interviews/cd041.
Deutscher Bundestag. (2017a) Drucksache 18/11805.
https://dserver.bundestag.de/btd/18/118/1811805.pdf.
———. (2017b) «Drucksache 18/12943»,
https://dserver.bundestag.de/btd/18/129/1812943.pdf.
Gemeinsamen Kommission von Deutschem Bundestag und Bundesregierung zur
Aufarbeitung der Verbrechen, y der Colonia Dignidad―. (2021) Bilanzbericht der
Gemeinsamen Kommission von Deutschem Bundestag und Bundesregierung zur
Aufarbeitung der Verbrechen der „Colonia Dignidad―. https://www.auswaertiges-
amt.de/blob/2483090/fbf05fe5821075aa66a6fd35e389d4e4/210917-coloniadignidad-bericht-
data.pdf.
Karwelat, J. (1977) Colonia Dignidad deutsches Mustergut in Chile ein Folterlager der
DINA. Amnesty International. https://colonia-dignidad.com/wp-
content/uploads/2021/01/Broschuere-Colonia-Dignidad-ein-Folterlager-der-DINA-19-77.pdf.
Luedde-Neurath, K. (1973) Carta a Hans Matthöfer. Politisches Archiv des Auswärtigen
Amts.
M., D. (2019) Entrevista cd009. Colonia Dignidad: Un archivo de historia oral chileno-
alemán. https://archiv.cdoh.net/es/interviews/cd009.
Vinícius Bivar
LA DIPLOMACIA ALEMANA Y LAS VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS EN EL CHILE
DE PINOCHET: HISTORIA Y MEMORIA
73
Referencias bibliográficas
Camacho, F. (2006). Los asilados de las Embajadas de Europa Occidental en Chile tras el
golpe militar y sus consecuencias diplomáticas: El caso de Suecia. Revista Europea de
Estudios Latinoamericanos y del Caribe / European Review of Latin American and
Caribbean Studies, 21-41 pp. Ámsterdam, Países Bajos.
Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura. (2005) Informe de la Comisión Nacional
sobre Prisión Política y Tortura. Santiago, Chile.
Dreckman-Nielen, M. (2023) Colonia Dignidad und Erinnerungskultur. Zum Umgang mit
einem Ort schwerer Menschenrechtsverbrechen. Geschichte der Gegenwart,
https://geschichtedergegenwart.ch/colonia-dignidad-und-erinnerungskultur-zum-umgang-mit-
einem-ort-schwerer-menschenrechtsverbrechen/.
Dufner, G. (2022) Chile und die Bundesrepublik Deutschland im Kalten Krieg, 19491990.
Dufner, G., Huerta, J., Rinke, S. (Editores) Deutschland und Chile, 1850 bis zur Gegenwart:
ein Handbuch. 191-211 pp. wbg Academic. Darmstadt. Alemania.
Dufner, G. (2013) Chile Als Partner, Exempel Und Prüfstein: Deutsch-Deutsche Außenpolitik
Und Systemkonkurrenz in Lateinamerika. Vierteljahrshefte Für Zeitgeschichte 61. 513-549
pp. Múnich, Alemania.
Forschungs- und Dokumentationszentrum Chile-Lateinamerika e.V. (2016) Opfer der Colonia
Dignidad von Gauck-Besuch enttäuscht. https://www.fdcl.org/pressrelease/2016-07-14-opfer-
der-colonia-dignidad-von-gauck-besuch-enttaeuscht/. Berlín. Alemania.
Gallenberger, F. (2016a) Die Dinge sind tatsächlich so vorgefallen. Entrevistado por Adalbert
Siniawsk. https://www.deutschlandfunk.de/florian-gallenberger-ueber-colonia-dignidad-die-
dinge-sind-100.html. Berlín. Alemania.
———. (2016b) Die Sekte für den Zuschauer erlebbar machen. Entrevistado por Sandra Zistl.
https://www.welt.de/regionales/bayern/article151799429/Die-Sekte-fuer-den-Zuschauer-
erlebbar-machen.html. Berlín. Alemania.
Hofmeister, W. (2004) Die deutschen Christdemokraten und Chile. KAS
Auslandsinformationen, 22-49 pp.
https://www.kas.de/de/web/auslandsinformationen/artikel/detail/-/content/die-deutschen-
christdemokraten-und-chile. Berlín. Alemania.
Krämer, R. (2004) Chile und die DDR. Die ganz andere Beziehung. Chile heute. 809-819 pp.
Berlín. Alemania.
Maier, D. (2008) Äußerste Zurückhaltung― die Colonia Dignidad und die deutsche
Diplomatie 1961-1978. Nürnberger Menschenrechtszentrum. 1-8 pp. Berlín. Alemania.
Vinícius Bivar
LA DIPLOMACIA ALEMANA Y LAS VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS EN EL CHILE
DE PINOCHET: HISTORIA Y MEMORIA
74
Maurin, J. (2005) Flüchtlinge als politisches Instrument Chilenische Emigranten in der
DDR 19731989. Totalitarismus und Demokratie. 345-374 pp.
Rinke, S., Kandler, P., Wein, D. (2023) Colonia Dignidad: neue Debatten und
interdisziplinäre Perspektiven. Campus Verlag. Frankfurt. Alemania,
Santoni, A., y Morales, J. (2018) Los límites de la ―Comprensión‖: La Embajada Chilena en
Bonn y el Gobierno de Helmut Kohl (1983-88). Historia 396. 249-84 pp. Valparaíso. Chile.
Stehle, J. (2021) Der Fall Colonia Dignidad: zum Umgang bundesdeutscher Außenpolitik und
Justiz mit Menschenrechtsverletzungen 1961-2020. Transcript. Bielefeld. Alemania.
Tagesspiegel. (2016) Außenminister Steinmeier zur Colonia Dignidad: ―Kein Ruhmesblatt in
der Geschichte des Auswärtigen Amtes‖. Tagesspiegel,
https://www.tagesspiegel.de/politik/kein-ruhmesblatt-in-der-geschichte-des-auswartigen-
amtes-3717757.html.
Waske, S. (2013) Pinochets Putsch, Deutschlands Furcht. Zeit.
https://www.zeit.de/politik/ausland/2013-12/pinochet-chile-asyl-deutschland.
Wüstenberg, J. (2017) Civil society and memory in postwar Germany. Cambridge University
Press, Nueva York. Estados Unidos.
BIOGRAFIA
Vinícius Bivar é doutorando em História Contemporânea pela Freie Universität Berlin, onde
desenvolve projeto acerca do nacional-socialismo alemão e suas dimensões transnacionais,
iniciativa que conta com financiamento do DAAD. Atualmente colabora também com o
Center for Analysis of the Radical Right (CARR) e com a rede Direitas, História e Memória.
Durante o doutorado foi também Doctoral Fellow no German Historical Institute em
Washington, DC (GHI-DC). Seus interesses de pesquisa estão relacionados à história dos
autoritarismos, das ideias políticas e de suas apropriações por parte das "novas direitas".
Vinícius é bacharel e licenciado em História pela Universidade de Brasília (UnB) e mestre em
História, Política e Sociedade da Europa Contemporânea pela Universidade de Columbia nos
EUA.