Lourdes Belén Gallardo
LOS ANDARES DE ROGELIO
221
LOS ANDARES DE ROGELIO
Lourdes Belén Gallardo
Universidad Nacional de Jujuy, Jujuy-Argentina
E-mail: gallardolourdes50@gmail.com
Rogelio, hombre del magdaleniense nativo de los valles asturianos, decidió un día salir a
recorrer otros lugares para experimentar nuevas vivencias ya que la curiosidad por saber qué
otras cosas convivían con él lo desvelaban desde hacía mucho tiempo. Entonces emprendió su
recorrido y se dirigió a las zonas altas. Solo llevaba consigo su sencilla vestimenta que
envolvía su cuerpo. Así durante su travesía pudo encontrar una gran variedad de plantas que
hasta entonces nunca había visto, pero además éstas le sirvieron para alimentarse y sobrevivir.
A medida que continuaba su viaje, Rogelio, fue descubriendo un mundo completamente
diferente. Cierto día le llamo poderosamente la atención una tropilla de equinos que se
desplazaba salvajemente tomando como líder a una hembra. Una sensación extraña quedo
dando vueltas en su cabeza frente a esa imagen pero lo dejo pasar.
Y así este hombre aventurero siguió su camino, pero el cansancio y la hambruna lo ganaron
un día, de pronto se encontró recostado al lado de un árbol frondoso que le sirvió de techo y
cobijo. Un largo sueño molesto ocupo varias horas de su tiempo. Se despertó abrumado y más
cansado aun. Su cuerpo se desvanecía.
Una pequeña horda que pasaba por el lugar encontró su cuerpo tendido. Lo levantaron y lo
llevaron a su aldea, allí en afán de revivirlo los viejos chamanes de la tribu pusieron en
práctica sus conocimientos de herbolaria consistentes en el uso de hierbas medicinales y
rituales para conectarse con las fuerzas sobrenaturales, y así sanar el cuerpo. Pero estas
hierbas también tenían otros efectos además del medicinal ya que algunos eran alucinógenos y
podían llevar al paciente al delirio.
Luego de varios días Rogelio logro recuperarse y entabló una buena relación con sus
protectores, se sentía agradecido ya que éstos lo habían recibido como a un miembro más.
En su paso por esta nueva familia Rogelio se enamoró de Anahí, una bella joven virgen hija
del líder chaman y dirigente de la horda quien heredó desde niña los dones curativos de su
padre al igual que sus encantos de su madre. Rogelio y Anahí comenzaron a vivir en el
transcurso de los días una bella historia de amor, experiencia que los llevó a descubrir el
misterio de la sexualidad. Rogelio fue adquiriendo la sapiencia de Anahí quien le enseño los
trucos de los poderes sobrenaturales. Fue así que una noche fría y lluviosa casi como un
autómata se dirigió a la cueva portando una antorcha que le permitió vencer por un momento
Lourdes Belén Gallardo
LOS ANDARES DE ROGELIO
222
esa doble oscuridad, la de la noche y la de la caverna en la cual el silencio acrecentaba la
sensación de absoluta soledad, solo él habitaba en aquel sombrío lugar, y la débil luz que lo
acompañaba mitigaba un poco, acaso solo un poco, la sensación de temor que lo invadía al
adentrarse en un lugar que apenas conocía, sin embargo lo que fue aprendiendo con Anahí le
dio el coraje para ir más lejos, es por eso que tras un pequeño ritual consistente en palabras
casi imperceptibles, repetidas casi como en secreto a un puñado de hojas secas que dejó
quemar y cuya leve humareda con un ligero sabor dulzón terminó por invadir aquellas
galerías en que la humedad generaba una atmósfera agobiante, súbita e inexplicablemente
sintió frío, tal vez sugerido por los sonidos del agua que se filtraba por algún lugar de la
caverna, fue allí cuando su idea cobró fuerza plasmando con sus manos lo que no podía poner
en palabras: simplemente describir la vida. Aquella escena de los caballos no era una simple
persecución, era el deseo de cada uno de ellos de perpetuar la especie, una idea que empezó a
gestarse al momento de advertir que los equinos corrían en pos de la hembra y termino de
madurar tras el acto sexual con Anahí en el que internamente comprendió la razón de aquello,
era el afán de prolongar la existencia, inmediatamente supo que la sexualidad era un portal a
la vida, el hombre no podía por sí mismo lograr la procreación.
No obstante creyó saberlo en un sueño revelado por los extraños ritos que aprendió junto a su
amada. Al amanecer yacía junto a Anahí. Los días continuaron felices.
Un atardecer la tribu se encontró envuelta en un gran bullicio debido a que dos jóvenes habían
regresado con una extraña noticia. Relataban haber visto en las paredes de una cueva
imágenes y representaciones pintadas y gravadas de un grupo de equinos que corrían en
dirección a la hembra pero lo más desconcertante eran las imágenes de las zonas erógenas
tano del hombre como de la mujer.
Durante el relato Rogelio escucho con atención y entonces ya no tuvo ninguna duda, lo vivido
aquella noche no fue un sueño, él estuvo allí y lo que sintió y lo que realizo fue real, sus
temores, ansiedad y esa idea que lo impulsaban lo llevaron allí, plasmando en aquel oscuro
lugar un testimonio que obligaría a las generaciones futuras a retrotraerse a aquel momento
de nuestro pasado remoto para ponernos en la piel de aquel hombre tratando de desentrañar su
enigmático mensaje.
Lourdes Belén Gallardo
LOS ANDARES DE ROGELIO
223
Lourdes Belén Gallardo
Reside en Suncho Corral, provincia de Santiago del Estero, profesora en Historia de
educación secundaria, estudiante de grado en la Licenciatura en Antropología de la Facultad
de Humanidades Y Ciencias Sociales-Universidad Nacional de Jujuy, catedrática de
Historia I en el Colegio Secundario con Orientación en Robotica y Programación. Se
desempeño como catedrática de Historia Argentina, Historia mundial I y II en Colegio
Secundario Vilelas y Agrupamiento N°86084.